El caso de la dirigente del PRO de Villa Los Aromos, devenida en peronista, es algo que sorprende a muchos, pero es un tema al que nadie se atreve meterle mano. Por el contrario, hay quienes siguen acompañándola y quieren posicionarla como futura candidata en 2023.
La división de poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) no es una simple separación de funciones que responda a una necesidad práctica de división de trabajo para facilitar el gobierno del Estado. Tiene una base esencialmente política, que es la de dividir el poder para debilitarlo y así evitar que éste se desmesure. De esta manera se asegura el espacio de la libertad individual.
La situación que viven hoy los habitantes de Villa Los Aromos, deja a las claras que cuando este equilibrio no se sostiene, ni es cuidado por los poderes en pugna, fácilmente uno de ellos asume el rol del despotismo más explícito.
El Poder Legislativo dicta normas que regulen la vida ciudadana y el Judicial, resguarda la constitucionalidad de estas en beneficio del sistema democrático.
Fuentes judiciales, sostienen, “que la situación de remoción a funcionarios elegidos por el voto popular en esta comuna esta pasando de una situación irregular a regular, esto obliga a una rápida definición sobre la interpretación de la ley que estan haciendo las autoridades”.
Cuando Nelly Morales, apartó de su cargo al Tesorero Walter Castagnari en Julio del 2020, al denunciar el uso discrecional de los fondos públicos para cubrir un préstamo personal, que había solicitado Morales en dólares, rompe ese equilibrio.
Cuando un episodio muy parecido se da la última semana con la Presidenta del Tribunal de Cuentas, Lucía Paez, se salta nuevamente esa barrera, agravado por la intromisión en otro cuerpo, debido a que la Comisión Comunal y el Tribunal de Cuentas son cuerpos autárquicos y el segundo colegiado para elegir a sus autoridades.
Autoridades de la Junta Electoral sostuvieron que “la designación de la nueva Presidente del Tribunal de Cuentas, no tiene validez, primero porque el juramento lo toma la Presidenta Comunal, algo improcedente, si tenemos en cuenta que estamos hablando de dos cuerpos diferentes. Por otro lado, el Tribunal de Cuentas es un cuerpo colegiado, es decir, primero debe asumir el reemplazo y luego entre los miembros del Tribunal, elijen las autoridades”
Este avallasamiento de un poder sobre otro, se logra cuando el Judicial, quien debe respaldar la constitucionalidad de los actos, mira para otro lado o se demora en resolver acciones que determina el equilibrio antes descripto.
Desde la defensa de Paez, sostienen que más allá de la improcedencia en la separación del cargo “no se cumplió con los pasos administrativos para un nuevo nombramiento. Buscaremos la restitución correspondiente y de esta manera la normalización institucional”
Lo cierto es que mientras las comunas sigan estando al margen de la constitucionalidad, facilitadas por el Poder Judicial, estas instancias se repetirán y debilitaran los sistemas de representación, quizás será el nacimiento de nuevas comarcas con sistemas de gobierno parecidos a países mas caribeños de nuestra región, renombrando a este lugar como Villa VeneAromoZuela.