El hallazgo casual en la cercanía del balneario Sambala, dio intervención al equipo de Antropología para determinar la antigüedad de los restos.
El pasado miércoles, trabajadores que estaban haciendo excavaciones en las cercanías del Río Anisacate, dentro de la propiedad de una empresa que construye Domos, se dieron con restos de un esqueleto humano.
Inmediatamente se dio intervención a la justicia, quien en primera instancia resguardo el lugar y convoco a la policía forense, quienes realizaron los primeros análisis.
Las obras se estaban realizando para instalar el sistema donde se ubicaría la sangría de esa edificación, en una profundidad aproximada de un metro y medio. Una parte de los restos estaba dentro de una lata y el resto solo cubierto por tierra.
Al verificar que no se trataba de huesos recientes, se pidió la intervención al equipo de Antropología Forense, a cargo de Analía Ginarte.
La tarea de remoción quedo a cargo de Sofia Ataide Greco, Mariela Arriagada y Romina Canova, quienes llevaran la remoción de tierra y recolección de fósiles.
La justicia decidió preservar el lugar de la excavación hasta que el cuerpo de antropólogos finalice con su tares, lo cierto es que surgen presunciones que pondría tratarse de restos anteriores al periodo del arribo español a nuestra región.