Transporte Interurbano: “Esto va a cambiar cuando prendamos fuego un par de colectivos”

Cansados los usuarios viven momentos de mucha tensión, baja frecuencia y hacinamiento en todos los servicios interurbanos.

La furia de los usuarios con las empresas de transporte interurbano esta llegando a un límite de no retorno.

“Estamos cansados, estas todo el día cuidándote y en el colectivo viajamos parados y amontonados, esto va a cambiar cuando prendamos fuego un par de colectivos” es el relato de furia de un trabajador que salió una hora antes de su horario habitual porque no hay frecuencias disponibles.

La situación es preocupante, todas las empresas que cubren el Valle de Paravachasca y su conexión con la Ciudad de Córdoba, redujeron significativamente su frecuencia durante la pandemia y hasta ahora nunca volvieron a reponer esos horarios.

Si tenemos en cuenta que hay una gran afluencia de visitantes en la zona y estamos a días de retornar a la presencialidad escolar y universitaria, las perspectivas son muy preocupantes.

Rosalía una vecina de la Comuna de La Serranita que cumple con su trabajo en la capital describió esta situación no se entiende porque si un colectivo sale con personas paradas desde la terminal multan a la empresa y luego dejan subir y viajar parados. En el lugar donde trabajo respetamos el distanciamiento y durante horas me peleo con personas para que así lo hagan y luego subo al colectivo y voy pegado uno con otro, con mínima ventilación. ¿Todo porque no quieren poner más unidades?”

Ignacio, vecino de Alta Gracia, asiente el relato y agrega “Los choferes son testigos, los dueños de las empresas lo saben por los cortes de boleto, la provincia por lo mismo también lo sabe y que hacen…. “NADA”. Luego salimos en las cifras con COVID y nos rasgamos las vestiduras con que no sabemos cómo parar los contagios y nos preocupamos por nos contagiarnos en nuestros lugares de trabajo.”

 La situación es alarmante y viene sosteniendo como olla a presión el descontento de los usuarios hace meses, porque la vuelta a la “normalidad” esta acompañada por la anormalidad de las empresas de transporte.

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