Duante la visita del intendente de la capital cordobesa Martín Llaryora a la ciudad de Alta Gracia no nombró a Pablo Ortíz a pesar de varias preguntas que apuntaban a eso. ¿No era su delfín local?.
Una de las cuestiones que hizo ruido en la visita del intendente de la capital cordobesa Martín Llaryora a Alta Gracia fue la indiferencia que demostró ante la presencia de quien se presenta como su delfín local: Pablo Ortiz (Linterna Verde para sus colegas por su constante inauguración de luminarias). En vez de eso, se esforzó en sostener la buena gestión del intendente local Marcos Torres y del ahora ministro de Empleo, Facundo Torres cuando estaba en el ministerio de Gobierno. [Todo esto sin tener en cuenta que la gestión del ministro fue criticada por varios de sus pares y hasta por distintos medios de comunicación referentes de la provincia, sin contar, claro, su salida escandalosa del ministerio].
A pesar de que algunas preguntas periodísticas apuntaban a que nombrara a Ortiz y hasta que demostrara la importancia de la Junta Promotora que realizó el secretario de Servicios Públicos del municipio de Alta Gracia y que le valió el enfrentamiento con los humanos Torres, Llaryora esquivó al mejor estilo Messi, y ni siquiera lo nombró.
Tampoco estuvo en la primera fila, sino que fue acomodado a un costado, donde apenas recibió un saludo formal desde lejos de su «conductor». Más allá de que hoy por hoy es uno de los pocos funcionarios con espalda propia, maneja uno de los mejores presupuestos municipales y tiene aspiraciones de cara al 2023, el mensaje fue muy fuerte y claramente el guiño es «debés alinearte». ¿Lo hará? ¿De quién llegará este mensaje?.
Continuará
