Un vecino del Valle de Paravachasca contó una experiencia al querer conocer este pueblo. Además manifestó que intencionalmente alguien le desinfló una de las ruedas de la moto luego de que se negara a pagar.
Maximiliano, un nuevo vecino del Valle de Paravachasca que decidió instalarse en Villa La Bolsa hace poco tiempo, contó su experiencia cuando fue durante el fin de semana anterior a La Paisanita para conocer el lugar.
Asombrado por la disposición comunal de cobrar -entre 300 y 400 pesos- en el ingreso del pueblo, manifestó su disconformidad pero también habló de la “agresividad” con la que lo habrían tratado al negarse a pagar.
“El día domingo fui de paseo a la Paisanita, a conocer el pueblo. En el ingreso, me frenan para decirme que tenían que cobrarme la entreda al pueblo. Lógicamente no corresponde porque no existen aduanas de paso. No debemos pagar. No existe esto entre los países del Mercosur, mucho menos pagar la entrada a un pueblo”, reflexionó aún molesto por todo lo vivido.
El hecho de que el puesto de control esté en el ingreso ya le ha generado al jefe comunal Ignacio Sala varias quejas, y hasta una denuncia en el año 2018. Sin embargo, el ha salido a responder en varias oportunidades que “no se cobra el ingreso sino que los vehículos pagan por estacionar en un predio de la comuna donde hay baños y entregamos bolsas. Cobramos estacionamiento porque es una comuna chica y afrontar el flujo de turistas implica mucho gasto”, señaló.
Sin embargo Maximiliano no habla solo del “peaje” sino también de las formas: “Me pareció una verdadera locura lo ocurrido. Me dijeron que tenía que pagar la entrada, le dije que no correspondía. Me respondieron con amenazas de que me iban a multar. Les dije que me hagan la multa, y en todo caso si me la hacen por no pagar la entrada a un pueblo, por supuesto iba a recurrir a la Justicia y que se declare su franca inconstiucionalidad“, dijo.
Pero “el mal momento” no terminó ahí porque sucedieron algunas cosas más: “Di unas vueltas y pasee. Yo estaba en moto, paré la moto para mirar algunas casas, algunos terrenos y cuando volví me habían desajustado completamente la válvula de la rueda delantera de la moto. Una situación muy difícil en La Paisanita porque no hay gomería o cómo resolverlo. Me quedé completamente desamparado. Por suerte conseguí un vecino que muy amablemente me llevó hasta La Bolsa. Tuve que pedir ayuda al día siguiente porque tenía que conseguir un vehículo para cargar la moto. Me generó un costo importante. En la entrada al pueblo, nuevamente nos frenan para cobrarnos la entrada, le dije que no iba a pagar entrada porque iba a buscar la moto que me habían desinflado. Esta persona que trabaja en la comuna me respondió con un nivel de agresividad y hostilidad importante, diciendo que me iba a golpear, insultos de todo tipo. Había un policía que se reía y no hizo nada. Me parece muy preocupante todo esto, establecer una frontera de paso para que la gente pueda pagar para ingresar…eso se disolvió cuando se unificó la Patria así que me parece una locura total“, finalizó.