¿Miramos por el retrovisor? este fue el peregrinar político de Luis Juez

La promesa del peronismo provincial en los 90, se encuentra hoy enfrentándolo para arrebatarle la provincia que gobierna hace 24 años.

Luis Juez enfrentará el próximo domingo una fecha crucial en su historia política personal. Este hombre que supo ocupar como candidato, listas de Carlos Menem en los 90, ser representante del gobierno del riojano en Papel Prensa, saltar desde la transversalidad a ser un aliado directo de Néstor Kirchner durante todo su mandato y terminar de la mano de Mauricio Macri para disputarle a sus ex socio la administración provincial, jugará su última gran carta.

El conocido hincha de Talleres perdió su primera gran elección cuando disputó la interna peronista con Germán Kammerath, dirigente de la UCEDE, que era por esos días apoyado por José Manuel De La Sota.

Esa primera derrota no lo alejó del gobierno triunfalista del “Gallego”, se hizo cargo de la dirección provincial de Vialidad, para asumir en el año 2000 la flamante Fiscalía Anticorrupción.

En este cargo, duró dos años, fue separado por irregularidades en el desempeño de esa función por parte del gobernador interino Herman Olivero.

Este hecho es fundacional para el Partido Nuevo, el sello que lo lanza para disputar abiertamente y contra los candidatos oficiales la ciudad de Córdoba. En octubre del 2003 logra un triunfo arrasador con un frente que unifica a su partido junto al Frente Grande, Cambio Córdoba y el Vecinalismo, asumiendo el gobierno de la ciudad con autonomía absoluta en el Concejo, logrando alcanzar 21 bancas de las 31 en juego.

Claro está que su objetivo era ganarle a su ex partido, del cual había sido eyectado al desconocer la conducción de De La Sota y, esto lo llevó a disputar por primera vez la elección provincial, enfrentando a Juan Schiaretti, donde perdió una elección histórica por supuestas irregularidades, por tan solo 17 mil votos, solo el 1.1% de diferencia en el año 2007.

Desde ese momento el recorrido de Juez se hace zigzagueante, se divorcia del Kirschnerismo a nivel nacional y queda aislado sin más respaldo del gobierno que supo retener en la Ciudad de Córdoba, con su candidato Daniel Giacomino.

La herencia que deja en la administración no es muy cómoda para el Partido Nuevo, con una superpoblación de planta trabajadora, los datos de aumento van de 2000 hasta 4000 nuevos trabajadores, aumentando el gasto corriente de forma exponencial, brindando suma fragilidad a la nueva gestión.

Este cambio de fuerza, obligó a Luis el tener que buscar nuevo respaldo que le permita sostener su armado provincial y alcanzar mayor exposición nacional.

En esa búsqueda se encontró con Mauricio Macri, hijo de uno de los empresarios más ricos del país, que formó un partido netamente capitalino, el PRO, donde comenzaron a converger todos los opositores a los gobiernos kirchneristas.

Después de una segunda derrota aplastante de Jose Manuel De La Sota, quien esta vez le sacó más de 10 puntos por la gobernación, Juez decidió que el lugar elegido para recomponer su imagen política era dejar de lado la búsqueda provincial y recayó nuevamente en la única ciudad que gobernó, para volver a presentarse como candidato; algo que parecía apagar su imagen, arañando un cuarto lugar, fuera de Cambiemos, fuerza que ahora acompaña a nivel nacional.

Con este recorrido y sus idas y vueltas dentro de Cambiemos, ahora Juntos, Luis volverá a intentar el próximo domingo, alcanzar su objetivo: ser gobernador de Córdoba, como todo en su carrera lo hace con sentimientos encontrados, representando una alianza donde el partido más grande, la UCR no lo termina de digerir y eso lo deja en un nuevo final abierto, en una nueva elección que parece definirse por un porcentaje ajustado y última hora.

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