La primera piloto con discapacidad hace una rifa para adaptar la butaca de su auto

Se trata de Belén Ameijenda quien comenzó esta campaña solidaria mediante las redes sociales con el fin de recaudar fondos. Ella sufre de una afección en la médula espinal que causa múltiples secuelas dependiendo del sector donde esté localizada la lesión.

Con el fin de recaudar fondos, Belén Ameijenda quien es la primera piloto con discapacidad en Latinoamérica lleva adelante una rifa solidaria debido a que necesita una butaca modelo anti shock para lograr adaptar el auto y así poder llevarlo a la pista.

En diálogo con Mi Valle, la joven deportista oriunda de Capital Federal habló sobre esta iniciativa y declaró: “la butaca tiene un valor de $170.000, por eso que comence con esta campaña solidaria. Una vez que la tenga, tenemos que reestructurar el auto para poder manejarlo, y ya ahí salir a pista”.

Para poder participar de la rifa pueden contactarse a su Instagram @belu.honda “que con $200 pueden comprar un número para participar por 1 kg de helado, donde va a haber 10 ganadores. Ahora también, pueden colaborar realizando una donación mediante Banco Galicia a la Caja de ahorro de “BeluAmei” o por “Mercado Pago” a belu_amei@hotmail.com.

Para quienes no la conocen, y quieren saber un poco mas de ella, nació con una malformación congénita llamada Mielomeningocele, más conocida como Espina Bífida, una afección en la médula espinal que causa múltiples secuelas dependiendo del sector donde esté localizada la lesión.

Por otro lado, en últimas horas mediantes sociales realizó un reclamo ante la falta de autos adaptados para discapacitados en escuelas de manejo en nuestro país, “es una triste realidad que hace cinco años sucedía, y sigue sucediendo lamentablemente”, aseguró.

“Hoy en día, si una persona con discapacidad tiene ganas de aprender a manejar, necesita comprar su propio auto, adaptarlo y con eso conseguir a alguien que le enseñe a manejar (sea amigo, familiar o un profesor particular) dado que ninguna autoescuela tiene al menos un auto adaptado dentro de su flota para que las personas con discapacidad tengan acceso a aprender a manejar.
A esto, hay que sumarle que no todas las personas lamentablemente tienen la posibilidad económica de comprarse un auto y mucho menos poder adaptarlo, por lo cual se le está sacando un derecho. Cuando yo, consulté el motivo a diferentes autoescuelas de porque no tienen al menos un auto adaptado, la respuesta es que “no es negocio” para ellos, claro porque nunca lo pusieron en práctica y siguen cerrando las puertas”, agregó la deportista.

Para finalizar, remarcó que “el auto que se adapta también puede ser útil para una persona sin discapacidad, es decir que por más que tengan un auto adaptado ese auto puede seguir siendo usado para que otras personas sin discapacidad también aprendan a manejar y también es importante aclarar , que cualquier auto puede ser adaptado”.