En un fuerte debate, el Concejo Deliberante discutió la aprobación de este espacio como Reserva. La construcción de la Escuela Proa en la mira por sus desechos.
Durante la mañana de este miércoles, el cuerpo legislativo de Alta Gracia, comenzó a discutir, una vez más, el proyecto de declarar Reserva Natural el sector de Potrero de Loyola, colindante con la futura escuela PROA.
La propuesta presentada por el bloque Alta Gracia Crece, plantea la conservación como espació público, resguardo de flora y fauna, asumiendo que también la población lo adoptó como espacio recreativo y pone el foco en los desperdicios que está volcando la empresa que construye la nueva escuela.
Durante la discusión del proyecto, la concejal Amalia Vagni, fue muy crítica con las condiciones del lugar, exhibiendo imágenes de “nuevos alambrados, un espacio para entrenar caballos y la montaña de basura que está acumulando la empresa que lleva adelanté la construcción de la escuela PROA”.
Por su parte quien quiso exponer su punto de vista, inclusive coincidiendo en parte con la oposición, fue el concejal Ivan Poletta, quien fuera Secretario de Servicios Públicos, y destaco que fue “durante su gestión que se comenzó con la recuperación del lugar”, detallando “la implementación de una senda de paso para los chicos del Obraje, que caminaban cerca de la ruta” al mismo tiempo que anuncio que el “proyecto tenía como objetivo censar a la flora y fauna del lugar, disponiendo señalética”.
Pero el relato fue interrumpido de forma inmediata por Vagni, quien reclamó a viva voz, las ordenanzas anteriores que ya legislaban sobre ese espacio, reclamando “las lagunas de contención programadas y la apertura de una nueva calle”.
Con esta interrupción se desvirtuó el debate y la Presidenta del Concejo, Cristina Roca, decidió llamar a votación el pase a comisión, como una salida tajante para un tema que ya se veía naufragar en una serie de discusiones, que serán cada vez más frecuentes al calor del año pre electoral.
Lo cierto es que el depósito de basura que por el momento tiene el destino la “eterna” construcción de la escuela PROA, puso de relieve un problema más a resolver en un espacio que hasta ahora muchos coinciden declararlo reserva, pero fricciona permanentemente con proyectos inmobiliarios de una zona que concentra un sector cada vez más cotizado de nuestra ciudad.