Lito Ángel Bevilacqua, ex intendente de Noetinger estaría por tomar el lugar del funcionario que recientemente dejó su cargo en medio de una interna con el futuro candidato oficialista Martín Llaryora.
Cuando el poder esta en juego las internas se recrudecen y eso esta pasando con el justicialismo provincial. La desaparición de Jose Manuel De la Sota en el 2018 cambió para siempre el panorama político de Córdoba y las consecuencias se ponen en evidencia cuando el peronismo tiene que definir liderazgos.
Mientras el “gallego” y Schiaretti compartían el doble comando, la guerra interna se llevaba adelante sin poner el riesgo la pérdida de poder.
Este escenario, planteó durante estos últimos cuatro años una abrumadora centralidad del gobernador, quien se siente cómodo en esa concentración de poder, pero se enfrenta a una realidad nunca vivida, ceder su construcción a un referente que no le es propio y viene sosteniendo un camino alejado por los dogmas que lo preceden, ese rol cumple Martín Llaryora.
Estos cimbronazos tuvieron en las últimas horas una muestra práctica de esta lucha. Lito Angel Bevilaqua adelantaría un casillero en el ministerio que comanda Facundo Torres y pasaría a ser su mano derecha en lugar de Federico García. Esta movida, sostienen fuentes del Panal, “busca dos cosas, tener presencia en el territorio con una persona que tiene mejor llegada a los intendentes y marcarle la cancha a Martín”, haciendo referencia al actual Intendente de la Ciudad Capital.
Como todo caudillo, el gobernador quiere dejar linaje y busca incorporar a su compañera y dirigente más cercana, Alejandra Vigo en la posta que le deja al de San Francisco, pero parece que esta jugada no es muy bien recibida y Juan empezó a sentir en carne propia como el poder, cuando los vas perdiendo, deja de alinear a la tropa.
“El intendente busca imponer a su gente que tiene un perfil más profesional de gestión, no está dispuesto a tener a la Vigo como imposición y esa es la verdadera interna”, sopla gente cercana al Palacio 6 de julio.
Bevilaqua de Cristinista converso a oficialista cordobés
Durante los años de mayor esplendor de la ex presidenta Cristina Fernandez de Kirchner, Lito era un defensor local de sus acciones. Su ciudad fue impulsada en gran medida por las obras del gobierno nacional, Jardin Maternal, asfalto, planes de vivienda, Núcleo de Acceso al Conocimiento, entre otras las más emblemáticas de esos años.
Se lo puede ver en una entrevista publicada en los canales oficiales del municipio como lamentaba el cambio de signo politico en el año 2015, “ya que el gobierno que viene, (Mauricio Macri) no era de su palo”.
Otro ejemplo es cuando corta la cinta de un playón deportivo junto a Martin Gill, que por esos años era Diputado Nacional del Frente para la Victoria.
Pero en política y cerca de una elección tan explosiva como será la del 2023 “todos los gatos son pardos, o mejor dicho todos los K pueden ser oficialistas”, parece ser la premisa. Así fue como llegó el año pasado al gabinete provincial para desarrollar una tarea “territorial” en municipios de los Departamentos Unión, Marcos Juárez, San Justo, San Martín entre otros. Hoy, redoblaría la apuesta y pasaría a ser el segundo de Torres en el Ministerio ocupando el lugar de Federico García, que recientemente renunció a su cargo a raíz del actual enfrentamiento que tienen llaryoristas y schiaretistas.,
Deberemos acostumbrarnos a que los enemigos se amiguen, un camino que viene recorriendo el oficialismo en diferentes puntos provinciales, como se dio hace días en Alta Gracia, sumando a La Cámpora a la mesa del PJ local.
Salta a la vista que no se trata solo de la ciudad del Tajamar…porque ahora hasta el mismísimo detractor N° 1 del kirchnerismo, (Schiaretti) hace público su acercamiento al FdT sembrando una grieta profunda entre lo que dice y lo que verdaderamente hace. De todos modos, la posible llegada de Bevilaqua al sillón de García en el ministerio de Facundo Torres no será un impedimento, ya que fue el mismísimo Torres el que hizo lazos con Chiotti en Alta Gracia para que la camporista se siente en la mesa de conducción del PJ local.