El intendente de Río Cuarto, Juan Manuel Llamosas, busca un lugar en la fórmula que encabezará Martín Llaryora. Le cierra la puerta a la reunificación del peronismo, pero es ambiguo respecto del PRO.
Juan Manuel Llamosas, el intendente de Río Cuarto desde hace seis años, está decidido: recorre el sur de la provincia para apuntalar a Martín Llaryora como candidato a gobernador, con la firme intención de secundarlo en la fórmula. Cuando habla de Juan Schiaretti se refiere a él como “gobernador, ordenador y líder” y dice que la “plusvalía” que tiene el peronismo cordobés es la “previsibilidad” que no dan los candidatos de Juntos.
En noviembre de 2020, cuando fue reelecto, invitó a Santiago Cafiero y “Wado” De Pedro a los festejos, y Alberto se sumó por Zoom. Ahora, dice que está decepcionado del Frente de Todos, al que considera “incompatible” con el PJ cordobés. “Seguramente en su momento había una expectativa, pero está claro que nuestra visión estratégica de defensa al complejo agroexportador y al modelo industrialista fue incompatible con el otro espacio. Las expectativas que hubo en algún momento, claramente no se han plasmado. Nosotros no hemos variado en nuestra defensa firme al modelo Córdoba y los intereses de la provincia”, dice Llamosas para desmarcarse de aquella foto.
-¿Hay posibilidades de que se reunifique el peronismo de Córdoba y reincorpore a quienes están en el Frente de Todos?
-Son expresiones políticas distintas; son visiones diferentes respecto a temas que consideramos centrales. Entendemos que hoy no hay ningún tipo de compatibilidad de ese espacio y nuestra visión de lo que viene para Córdoba. No se trata de nombres ni de facciones, se trata de cómo construir el futuro.
-¿Cuánto permite desordenarse el peronismo sin Schiaretti como candidato?
-Obviamente este proceso genera una una situación diferente por primera vez en 24 años, pero que tiene en Martín Llaryora gobernando la principal ciudad, Manuel Calvo como vicegobernador, Natalia de la Sota y en nuestro caso gobernando la segunda ciudad de la provincia; es decir un equipo con responsabilidades importantes que tiene el desafío de dar continuidad a este proceso en el marco de una natural renovación. El ordenador de este proceso es Juan Schiaretti. Por eso nuestro foco es hacer cada uno la mejor gestión. Porque es la gestión la que dará proyección a cada uno de nosotros el año que viene.
-A diferencia de otras elecciones, cuando Schiaretti o De la Sota medían más que el propio cacique territorial, en esta elección podría pasar que los líderes locales midan más que el propio Llaryora. ¿El peronismo se encamina a conformar una “cooperativa” de referentes?
-Indudablemente el proceso del año que viene va a requerir de todos un esfuerzo territorial para fortalecer el proceso de continuidad. No se van a repetir los escenarios de 2019, cuando Schiaretti ganó por una diferencia histórica, o 2011, cuando fue la última candidatura de José (Manuel de la Sota). De la conducción de nuestro líder surgirá la participación de dirigentes territoriales y las estructuras partidarias renovadas, que tendrán un peso muy importante en los desafíos que vienen.
-¿Hacemos por Córdoba puede ampliar sus aliados? ¿Puede sumarse el PRO, por ejemplo?
-Tenemos una visión clara de cuáles son nuestros objetivos. Después vienen las estrategias electorales que se definen en los momentos oportunos y que tiene que ver en cómo se ensancha, cómo se le da valor y plusvalía a nuestro espacio. Eso será motivo de debates internos en función de la coyuntura. Sí tenemos muy definido hacia dónde queremos ir.
-¿Que los diferencia de Juntos?
-El único espacio político que puede generar confiabilidad, certeza, capacidad de gestión es Hacemos por Córdoba. La posibilidad de enriquecer a Hacemos por Córdoba siempre es una posibilidad, y lo ha sido desde aquella Unión por Córdoba a este Hacemos por Córdoba. Cada vez que el peronismo de Córdoba ha tenido que aggiornarse, lo ha hecho. En eso hay un conductor que tiene la visión y ha demostrado la capacidad para siempre ver un poco más allá e ir fijando la estrategia electoral.
-¿La posibilidad de reconfigurar a Hacemos por Córdoba está atada a la proyección nacional de Schiaretti y su propio juego electoral?
-Nadie puede discutir la figura del gobernador más valorado a nivel país, por lo que no hay dudas que va a cumplir un rol en el escenario nacional de vital importancia en un contexto como el que estamos viviendo y en el escenario que viene por delante. Más allá de las cuestiones estratégicas electorales, hay una construcción que la ciudadanía de Córdoba valora, aprueba, acompaña y que sabe diferenciar entre cargos ejecutivos y legislativos.
-¿Dice esto por el aplastante resultado de Juntos por el Cambio en la última elección?
-Sí, sí. Cuando se vota cargos ejecutivos los valores que se ponen de juego y lo que se considera es precisamente la certeza, la confianza y la previsibilidad. Esto es lo que saben los productores y los industriales que confían en un modelo de gestión que los hace parte. Este valor lo tiene el equipo de Hacemos por Córdoba.
-Como peronista, ¿no te da urticaria pensar que Schiaretti pueda terminar en un esquema con radicales y liberales?
-No me imagino escenarios que no están. Lo que sí está claro es que el modelo de transformación y gestión que encabeza Juan Schiaretti se traspola tranquilamente a cada uno de los escenarios posibles. No es casual que desde la boleta única a la política de biocombustibles o la equidad de los subsidios para el transporte se tome como referencia nacional la gestión de Córdoba. Entonces, más allá de las estrategias electorales, hay un modelo que marca un camino. El modelo Córdoba está por encima de las personas que puedan acompañarlo.
-Por ser el intendente de la segunda ciudad de la provincia, ¿una fórmula con Llaryora es lo natural?
-En política no hay fórmulas naturales. Sí hay estrategias y coyunturas que se verán y se analizarán en el momento en función de las necesidades del espacio. Sí creo que estamos en condiciones de presentar una continuidad este proyecto que nos permita potenciar todo lo positivo que se viene haciendo.
Fuente: La Política Online