“Llaryora es a Schiaretti lo que Mestre fue a Angeloz”

El consultor Gustavo Córdoba opina que el votante cordobés quiere “cambio con continuidad”, como ocurrió en 1995, cuando el radicalismo ganó su última elección.

Con datos de una encuesta reciente, el consultor Gustavo Córdoba -de Zuban Córdoba y Asociados- opina que en la próxima elección provincial un porcentaje importante del electorado se inclinaría por “un cambio con continuidad”.

Pone sobre la mesa que esta paradoja no es nueva para la sociedad cordobesa. Recuerda que en 1995 Ramón Mestre fue elegido para suceder a su correligionario Eduardo Angeloz, en el marco de una fuerte crisis que mantenía paralizada a la administración pública.

Esta aparente incongruencia se da, explica Córdoba con sus números en la mano, porque casi la mitad del electorado se inclina por un cambio de rumbo, aunque la mayoría votaría por Martín Llaryora, el candidato del oficialismo provincial.

En este marco de análisis electoral, Córdoba lanza que “Llaryora es a Schiaretti lo que Mestre fue a Llaryora”; es decir “un cambio dentro del mismo esquema de poder”, lo que le permitiría al intendente de Córdoba liderar la “potencialidad” del voto frente a Luis Juez, quien aparece como el candidato más competitivo de Juntos por el Cambio.

Córdoba advierte que “la oposición no alcanza a cubrir la expectativa de un cambio ordenado, un cambio que permita la continuidad de un proceso valorado”, pese a que en lo macro la gestión provincial tiene complicaciones, como el aumento de la deuda en moneda extranjera, apunta el consultor.

“Juntos por el Cambio le vendió al electorado que tenía una pareja unida y hoy aparecen como peleados”, dice respecto de las tensiones entre Juez y Rodrigo de Loredo por la candidatura a gobernador.

“Están absorbidos por la discusión de la fórmula, como si ya hubiesen ganado la elección”, agrega. Varios de estos conceptos, Córdoba los repitió días atrás en la Casa Radical, en el marco de un encuentro entre concejales.

Para Córdoba, Juez y De Loredo “no son capaces hoy de generar confianza respecto de cómo llevarían adelante un modelo virtuoso”. “Más allá de las opiniones, el llamado ‘Modelo Córdoba’ no es tan mal visto”, concluye el consultor.

Hay otro dato que ayuda a contextualizar: Ramón Mestre había dejado de ser intendente cuando ganó la Gobernación, aunque su gestión en el municipio gozaba de aprobación. Ahora, la gestión de Llaryora tiene (según la encuesta de Córdoba) una aprobación tan alta como la de Schiaretti, lo que potencia el voto en la Capital, ciudad que Juez gobernó entre 2003 y 2007 y donde De Loredo lograría su mejor resultado.

Fuente: La Política Online