El hecho ocurrió en Alta Gracia. La damnificada es Valentina, quien denunció a Federico Blumnethal tras un salvaje ataque. Su ex pareja continúa en Bouwer.
Valentina, la víctima de un brutal caso de violencia de género ocurrido en Alta Gracia meses atrás, denunció hace pocas horas el robo de su auto, un Ford Ka (AC 136 EJ) durante la madrugada de este lunes sobre calle Bartolomé Mitre, en la zona del Alto en Alta Gracia.
Si bien el caso del robo parece un hecho aislado y que nada tendría que ver con su terrible experiencia, la damnificada sospecha que podrían tener vinculación los familiares de Federico Blumenthal, su ex pareja que permanece detenido en Bouwer. La vinculación que hace no es causalidad, ya que los únicos que tenían la copia de la llave del auto son los familiares de su ex pareja, justamente se quedaron con ella cuando entraron a vaciar la inmobiliaria tiempo atrás.
Sobre el caso, la abogada de la víctima, Daniela Ferrari explicó que “Valentina hizo la denuncia correspondiente, la Fiscalía está investigando. Pedimos por favor que los vecinos de la zona que tengan cámaras para aportar, lo hagan. Lo agradeceríamos mucho. Deben comunicarse a la fiscalía de la ciudad de Alta Gracia”.
Cabe destacar que el imputado volvió a declarar el viernes a pedido de sus nuevos abogados y la causa está próxima a elevarse a juicio. “Recordemos que en la pericial psicológica de Valentina quedó probado el daño psicológico y el alto riesgo de vida por el cual pasó”, agregó la letrada.
EL CAS0
El fiscal de instrucción de Alta Gracia, Diego Fernández, imputó por lesiones y amenazas y ordenó la detención de Blumenthal en julio de 2024, luego de que golpeara a su pareja, con quien tiene dos hijos.
El ataque se conoció días después porque la víctima, Valentina Lluch, compartió una imagen de su rostro todavía con hematomas y una captura de imagen de la tomografía de cráneo en la que se ven las lesiones internas producidas por los golpes.
El hecho ocurrió el fin de semana durante el festejos del día del amigo. El hombre habría llegado “borracho” y golpeado a la mujer tras una discusión.
“No es violento, es asesino. No es impulsivo, es asesino. Yo dormía y me sacó de la cama para matarme. Cerró todo con candado y sus palabras fueron ‘no te van a encontrar’. Los 30 minutos más largos de mi vida. Lo planeó todo y casi lo concreta”, publicó la joven en su perfil en la red social Instagram.
En esa historia, Valentina exhibe una imagen de la TAC en la que se ven las consecuencias de los golpes en el cráneo. “La TAC, donde se ven las consecuencias de los golpes, algunos. De milagro, no se me fue la sangre al cerebro”, contó.
Giro en la causa: el embarazo
Valentina estaba embarazada y perdió a su bebé a raíz de los golpes. Eso se conoció mucho después de la denuncia, durante las pericias efectuadas en la víctima. “Mi clienta está mal, y tratando de sostenerse en este terrible proceso. Estaba embarazada, y por los golpes perdió a su bebé, un hecho más que certifica la peligrosidad de este hombre”, confirmó Ferrari en ese momento.
“Valentina estaba en un círculo de la violencia no solo física y psicológica, sino también económica. Recordemos que desde la cárcel envió a familiares a vaciar la oficina donde ella misma trabajaba, es decir que la dejó también sin trabajo. Sin contar que, por otra parte, también envió a llamarla desde Bouwer, violando la restricción. No tiene límites, y por eso es tan importante que permanezca preso, porque si sale no sé que puede pasar”, relató Ferrari.
Relación asimétrica
El Código Penal no establece una calificación diferente por ser el agresor un hombre que entrena en ejercicios de fuerza en un gimnasio -o karateca o boxeador, por caso-, es decir: por tener una diferencia notoria de fuerza y entrenamiento en el uso de la fuerza física.
Sin embargo, eso es algo que podría ser valorado en una eventual condena para la mensura de la pena, en tanto es un factor que acentúa la indefensión de la víctima, entendieron fuentes judiciales.
“No te van a encontrar”
Blumenthal amenazaba y golpeaba a su pareja de manera regular, y por eso ya había estado preso; pero el hecho que lo mantiene tras las rejas fue el último que casi termina con la vida de Valentina a quien golpeó salvajemente delante de sus hijos.
“La tenía agarrada del cuello e intentando torcércelo como para matarla en el momento que llegó la Policía, porque lo que la salvó fue eso. Que llegara la Policía en ese momento. Ya la había golpeado y arrastrado por la casa produciéndole distintas lesiones y desprendimiento de cuero cabelludo. Los golpes fueron en la cabeza…golpes de puño y contra el piso por los que aún tiene secuelas. En unos instantes que tuvo de lucidez, alcanzó a llamar a la Policía y decirles que estaba en peligro. Fue así que logró salvarse”, explicó la letrada.
Esa noche, la sacó de la cama y comenzó a agredirla pero antes, le prometió “No te van a encontrar” y cerró todo para que no logre salir. Por fortuna, la historia no terminó de manera fatal, pero tiene consecuencias psicológicas terribles no solo para ella sino también para sus pequeños hijos que vieron la violencia cara a cara.