Por medio de un experimento, la NASA confirmó la recepción del primer mensaje láser de la Tierra, partiendo desde el espacio exterior y a 16 millones de kilómetros de distancia.
La codificación fue realizada por la nave espacial Psyche, lanzada por la agencia espacial en octubre y que orbitó el Sol (entre Marte y Júpiter), con el objetivo de estudiar un asteroide (16 Psyche) compuesto por hasta 60% de níquel y hierro.
El mensaje se emitió a través del Sistema de Comunicaciones Ópticas del Espacio Profundo (DSOC), logrando así el comienzo de una nueva era en las vías de comunicación entre vehículos espaciales.
NASA: ¿cómo fue la recepción del primer mensaje del espacio?
Según explicaron desde la NASA, la nave Psyche estaba a casi 10 millones de millas de la Tierra cuando devolvió el mensaje. “Esta es la demostración de comunicaciones ópticas más lejana jamás realizada“, manifestaron.
La emisión del mensaje fue efectuada el 14 de noviembre por un láser infrarrojo, cuya codificación llegó al Telescopio Hale del Observatorio Palomar, ubicado en San Diego, Estados Unidos.
En ese sentido, la agencia espacial tenía la intención de demostrar la velocidad de transmisión de datos (10 a 100 veces mayores) por medio de un sistema de última generación.
Bill Klipstein, director del proyecto, explicó que “las señales viajan a la velocidad de la luz, por lo que llegan tan rápido como lo hacen las microondas”. A su vez, consideró que “se podrían enviar más datos en el mismo tiempo que un pase con los mismos recursos de la nave espacial”.
Mensaje del espacio: ¿qué significa este proyecto para la NASA?
A raíz de este experimento, la NASA dejó sentadas las bases y “herramientas para devolver datos a velocidades mucho más altas”.
Abi Biswas, tecnólogo del proyecto DSOC, remarcó que “la noción de poder comunicarse mediante video con los astronautas en Marte es en realidad parte de la visión que tiene la NASA para las comunicaciones ópticas”.
Para tomar dimensión de este significativo avance, las imágenes de la luz infrarroja tardaron unos 50 segundos en dirigirse desde la nave espacial Psyche a la Tierra.
“La luz del infrarrojo cercano empaqueta los datos en ondas significativamente más estrechas, lo que permite que las estaciones terrestres reciban más datos“, señaló la NASA.