Se trata de Mario Francisco Lell, quien estaba detenido en Bouwer. “Mi cliente no se fugó, lo liberaron en Paraná. El proceso se estaba haciendo correctamente en Córdoba pero por una situación que desconocenmos y absolutamente inédita, quedó en libertad”, dijo a Mi Valle su abogado, el Dr. Axel Aurich.
La historia parece sacada de una novela, pero lamentablemnte es verdad y deja al descubierto las falencias de la Justicia en distintas partes de la Argentina. Esta vez, el hecho involucra al Sistema Judicial y Penitenciario de Paraná (Entre Ríos). “Mi cliente no se fugó, lo liberaron en Paraná. El proceso se estaba haciendo correctamente en Córdoba pero por una situación que desconocenmos y absolutamente inédita, quedó en libertad”, dijo a Mi Valle el abogado Axel Aurich, a cargo del caso de Mario Francisco Lell, un nombre que hoy por hoy tomó estado nacional.
Lell estaba sinedo juzgado como autor de amenazas, coautor de los delitos de amenazas calificadas por uso de arma, y lesiones graves agravadas por uso de arma de fuego reiteradas; autor de delito de coacción y coautor del delito de amenazas calificadas por uso de arma; todos, en concurso real. Por esos delitos justamente estaba preso en Córdoba hasta febrero que lo solicitan desde Paraná por una causa de estafa y lo condenan a dos meses de prisión.
Todo iba normal hasta allí y formaba parte de los movimientos que suelen hacerse entre unidades carcelarias, pero a partir de ese momento ocurre lo “inédito” si se le puede llamar de esa manera.
Su abogado, ingresó el día 4 de abril a la Cámara VII del Crimen de Córdoba un escrito donde solicitaba que una vez que concluyera la pena que lo mantenía tras las rejas en Paraná, la justicia de esa provincia lo dejara alojado en ese penal y no regresara a Córdoba. Entre los argumentos, manifestó que:
- En la ciudad de Parana reside la madre y dos hermanos del detenido, quienes son “su sostén afectivo visitandolo cuando las situaciones lo ameritan, sirviendo de gran apoyo emocional”
- Que el detenido “ha sido amenazado de muerte en varias oportunidades mientras estuvo detenido en la provincial de Cordoba por sujetos que lo obligaban a rendirle sumas de dinero a cambio de proteccion en el penal, sujetos que por su propia seguridad prefiere no nombrar”,
- Que “para resguardar la vida y la seguridad fisica del Sr. Lell, como asi tambien no cortarle sus lazos con sus familiares en la provincia de Entre Ríos, en los cuales el Sr. Lell caería en un profundo pico depresivo, es indispensable que mi defendido permanezca alojado hasta la fecha de su juicio en la Unidad Penal Nº 1 “Dr. Juan José O. Connor” de la ciudad de Parana, complejo carcelario donde se encuentra alojado en la actualidad, a los fines de evitar represalias contra su vida e integridad física con un posible regreso a los penales de la provincia de Córdoba”.
Con todo esto, claro está, el letrado solicitaba que una vez que terminara con la condena siguiera preso allí, no que fuera liberado como si su situación procesal estuviera limpia. La solicitud ingresó el 4 y el 7 de abril lo dejaron en libertad “sin consultar a la Justicia de Córdoba absolutamente nada“, reflexionó el letrado.
Pero la grave cuestión de somnolencia burocrática no termina allí. Desde el día 7 Lell ya disfrutaba de su libertad, y el día 12 de abril responden desde la Cámara que hacen lugar al pedido de Lell para que siga alojado en Entre Ríos.
Nadie en Entre Ríos se percató que Lell debía seguir detenido. Simplemente lo liberaron por un “error administrativo”.