En el día del camino y la seguridad vial, habla una integrante del Foro de Familias de Víctimas de siniestros viales

Nuestro país tiene aproximadamente 500.000 km de carreteras y caminos. De ese total 37.800 km conforman la red nacional, 178.000 km la provincial y el resto corresponde a municipios y comunas.

El 5 de octubre Día del Camino y la Seguridad Vial es una fecha que busca promover la educación vial y un cambio cultural en el que prevalezca el respeto de las normas de tránsito y el cuidado de la vida.

En este sentido, Paola Pellegrini miembro del Foro de Familiares de Víctimas de Siniestros Viales – Córdoba dijo a Mi Valle que “el foro busca concientizar que la vida propia y la ajena valen”.

En 1925, durante el primer Congreso Panamericano de carreteras llevado a cabo en Buenos Aires, se establece la fecha con el objetivo además de resaltar la necesidad de generar acciones que trasciendan en el tiempo orientadas a la enseñanza y comprensión de lo que significa el respeto hacia las leyes que rigen el tránsito.

“Los niños son más empáticos y miran por los demás. Te subis al auto y te preguntan si prendiste las luces o si te pusiste el cinturón” afirma Pellegrini quien sobre los jóvenes y el cumplimiento de las normas señaló “tienen más conciencia y quieren mejorar las cosas”.

La Agencia Nacional de Seguridad Vial realiza habitualmente charlas de concientización vial para los estudiantes de las escuelas tanto primaria como secundaria de todo el país y también brinda talleres para los docentes. Cerca de 200.000 alumnos y docentes se han capacitado desde el 2016 y alrededor de 1000 son los cursos desarrollados.

Paola cuenta que después del fallecimiento de su hijo Nicolás (ocurrido en Córdoba hace 4 años), “en la escuela a donde iba mi nieto decidieron dar charlas a los alumnos sobre seguridad vial. Al año siguiente fueron los niños los que pidieron de nuevo esos talleres pero esta vez con los padres”.

“El foro busca la concientización porque las leyes están, lo que pasa es que para algunos es casi que divertido no respetarlas (…) Es violento para los chicos mostrarles a sus padres que no están cumpliendo las reglas pero después les exigimos a nuestros hijos que se hagan las cosas (…) No es solo que esa vida se pierde sino que es como el dominó, cando vos tenés un siniestro la familia se demorona. Es un antes y un después.Tenés que ser muy fuerte para tratar de contenerla”, reflexionó Pellegrini y manifestó que cuando le tocó colocar la estrella de su hijo “lo único que pedí fue que cada vez hubiera menos estrellas”.

“Es muy difícil el trabajo de concientizar pero somos muchos grupos en Córdoba y Argentina. Una persona que podamos salvar marca la diferencia …hay que tratar de no bajar los brazos”, cerró.

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