El cartelito en la puerta, la opción elegida por la gente durante este Censo

Si bien hubo recibimientos, expectativas y hasta familias que prepararon algo especial para que los censistas coman y beban, buena parte de la población («la mitad más uno si usamos el idioma futbolero), optó por pegar el cartelito en la puerta con el número de identificación que otorgó el sistema por el censo digital y la cantidad de habitantes de la casa.

«Sin mayores sobresaltos», es la expresión de la mayoría de los trabajadores que en algunas localidades fueron asistidos por el municipio o comuna con la vianda durante todo el día. Mostramos un ejemplo de ello:

A pesar de que ya no andan en la calle, quedan varios ajustando detalles en planillas en las escuelas por lo que se aguarda para tener los primeros datos extraoficiales del departamento. Trascendió que en algunas zonas, y al no encontrarse en la vivienda, optaron por ir hasta la escuela a censarse.

Compartimos algunas expresiones de censistas compartidas con Mi Valle en distintas zonas de Santa María.

  • «En muchas casas hicieron eso, dejaron el número pegado en la puerta y se fueron, una lastima porque debemos entregarles el comprobante (sticker) de que hemos pasado», dijo una censistas en Alta Gracia
  • «A las 8 fuimos a los colegios, pero arrancamos tipo 9 porque estaba helado«, contó una censista de Valle de Anisacate
  • «Hay muchas bajas por el Covid, tuvieron que empezar a llamar a los que habían quedado en lista de espera», contó un censista de Villa del Prado
  • «La mayoría de las personas hicieron el censo de manera digital, al menos en esta zona», explico una censista de Malagueño, en barrio San Nicolás.
  • «La gente es amable, creo que estaban esperando esto», manifestó una censista de San Clemente
  • «En algunas zonas se quejaron porque apareció el cartel ayer de que la vivienda era censada pero nadie había llamado a la puerta, que no se preocupen, dejamos el cartel para control nuestro y hoy vamos», control una censista de Los Aromos.

Compartimos, además, algunos «cartelitos» que también dejaron en las viviendas, pero en Buenos Aires.