Jorge “Piticho” Pereyra, de 69 años de edad, tenía un viaje programado con su mujer al Santuario de la Virgen de Lourdes. Luego de tres años del deceso de su esposa, ayer comenzó su camino de ruta.
Jorge “Piticho” Pereyra, cabrerense de 69 años, es albañil jubilado y emprendió con su bicicleta el recorrido de casi 400 km para ir desde la ciudad de General Cabrera a la ciudad de Alta Gracia y volver.
Lo hizo luego de producirse el fallecimiento de su esposa, Mirta, con el objetivo de cumplir la promesa pendiente de visitar el Santuario de la Virgen de Lourdes ubicado en la ciudad de Alta Gracia.
En la mañana de ayer se levantó muy temprano, aunque había dejado preparado todo con anterioridad desde hace varios días.
A las 6 de la mañana se subió a su medio de traslado, una moderna bicicleta de montaña: saludó a su hija y le recordó que le tomara una foto para luego ser compartida entre los allegados e interesados en este viaje.
Mucha gente está atenta a cualquier publicación que tenga relación con el cumplimiento de esta promesa hecha por Piticho, que intenta concretar un viaje que no se había podido realizar por el fallecimiento de su amada esposa.
“Tengo una promesa pendiente hace 3 años, cuando falleció mi señora. Ella había organizado un viaje para ir a la Virgen de Alta Gracia, no se pudo y, cuando ella falleció, yo dije que un día iba a cumplir lo programado y hoy en día, después de pasar la pandemia y por otras circunstancias, estoy dispuesto a empezar el viaje”, dijo Piticho Pereyra horas antes de partir rumbo a la ciudad de El Tajamar.
“Voy a regresar el domingo. Gracias a Dios estoy en perfectas condiciones. Me he hecho todos los estudios físicos, todo completo. Estoy muy bien entrenado, en perfectas condiciones para hacer este viaje. Lo voy a hacer tranquilo, a mi gusto. Voy solo. Me ha querido acompañar gente, pero no quiero. Quiero ir solo. Es una cosa que se me puso, que tengo que ir y volver solo”, remarcó para luego emocionarse y manifestar: “Seguro que Mirta me va a acompañar, no tengo dudas”.
El cabrerense realiza habituales viajes en bicicleta por la zona rural junto con el grupo de cicloturismo de General Deheza y tiene numerosos amigos que sin inconvenientes se hubieran sumado a la travesía, pero Piticho le dio un especial significado al momento y decidió viajar sin acompañante o vehículo de asistencia.
Tampoco lo acompaña una camioneta, como suele hacerse.
“Son 200 kilómetros de ida y 200 kilómetros de vuelta. El santuario está en la entrada de Alta Gracia. Les digo que ya hemos ido juntos con mi señora hace algunos años atrás. Compartimos un lindo momento, compartimos un día en el santuario, pero ambos fuimos en automóvil. Ahora al mismo recorrido casi lo voy a hacer en bicicleta. Es algo que tengo pendiente y lo quiero cumplir. Ella desde arriba seguramente me va a ayudar”, dijo, con lágrimas en los ojos, Piticho.
El cabrerense es padre de Juan Pablo Pereyra, afamado corredor de mountain bike, ganador de muchas carreras y poseedor de muchas medallas y trofeos.
Quien va rumbo a cumplir con su promesa hacia su difunta esposa también agradeció la convocatoria que ha recibido su nieto, Juan Ignacio Pereyra, para participar en la selección nacional de mountain bike.
“Son lo que quiero más en mi vida. Pido a Dios que me ayude a cumplir con este viaje”, enfatizó Piticho.
En el transcurso de su viaje familiares iban llamándolo por celular cada hora para saber si estaba bien.
Cerca de las 10 de la mañana de ayer, Piticho ya había pasado la ciudad de Hernando, acortando viaje por la ruta 10 que pasa por Punta del Agua.
A las 18 horas estaba previsto el arribo a la localidad de Alta Gracia para cumplir su promesa a su esposa difunta, Mirta.
Fuente: con datos de Puntual