Cristina avaló la candidatura a gobernador de Alesandri, tras el acuerdo de Gill con Schiaretti

La diputada nacional de La Cámpora Gabriela Estévez será la vice del actual intendente de Embalse. Martín Gill regresó a la estructura de Schiaretti.

En medio de la profunda interna que hace crujir al gobierno nacional, Cristina Kirchner se hizo un rato para avalar la candidatura a gobernador de Federico Alesandri, actual intendente de Embalse e hijo de Carlos, actual legislador e histórico dirigente delasotista en el departamento Calamuchita.

Así quedó sellado el acuerdo entre el peronismo que lidera Carlos Caserio con La Cámpora, cuya jefa en Córdoba es la diputada nacional Gabriela Estévez, quien secundará a Alesandri en la fórmula.

Por una legislación local, la fórmula encabeza la lista de legisladores, por lo que ese parece ser el destino final de ambos: reconformar un bloque cristinista potente en la Unicameral cordobesa. Lo hubo entre 2015 y 2019, pero ese año, el kirchnerismo se replegó para simplificarle la reelección a Schiaretti.

Alessandri y Estévez mantuvieron una reunión este miércoles con Cristina en su despacho del Senado. La foto confirmó que el peronismo no schiarettista tendrá lista propia para representar al electorado K, que pendula en torno al 10 por ciento. Cabe aclarar que en esa cosecha no todo es peronismo: hay sectores progresistas para los cuales el peronismo de Córdoba es un límite.

En otras palabras, la cuenta no es corriente respecto de los votos que esta fórmula le sacaría a Martín Llaryora. En 2015, con Eduardo Accastello -actual ministro de Schiaretti- como candidato a gobernador, el kirchnerismo aliado al PJ no schiarettista sumó 17 puntos, en la elección que el actual gobernador logró 40 puntos; casi 6 más que Oscar Aguad que encabezó la boleta de Cambiemos.

En el Gobierno provincial había satisfacción: «Es bueno que el kirchnerismo esté claramente identificado con una opción electoral», analizó un funcionario que trabaja en la estrategia de campaña. Llaryora apostó al regreso de Martín Gill y su tropa de intendentes al cauce del peronismo, lo que se concretó hace algunos días. En este marco, especulan, la fórmula Alessandri-Estévez no le hará daño a la estrategia oficialista.

Este espacio (que no se llamará Frente de Todos) tiene dos apuestas territoriales fuertes: Calamuchita, el departamento que durante décadas comandaron los Alesandri, y Punilla, hasta ahora el bastión de Carlos Caserio.

Hacemos Juntos, la nueva marca del peronismo cordobés, jugará en esos territorios con Claudio Chavero, intendente de Santa Rosa de Calamuchita, quien le ganó la interna peronista al sector de Caserio; mientras que en Punilla hay dos dirigentes enfrentados entre sí: Matías Montoto, intendente de Huerta Grande, y Déborah Petrakosky, vice ministra de Desarrollo Social.

El 25 de junio, además, se realiza la elección municipal en Carlos Paz, donde el cristianismo llevará a Mariana Caserio, hija de Carlos, por lo que la apuesta será a todo o nada.

Resta saber si finalmente Olga Riutort, consolidada en varias encuestas con 6 puntos en la ciudad de Córdoba, es candidata a legisladora provincial, ya sea en el tramo departamental o en la lista sábana. En la sábana, tiene chances de sentarse en la próxima Unicameral; en la departamental, será testimonial.

Riutort es la actual delegada del Pami en la ciudad de Córdoba y es crítica del peronismo de Schiaretti, pese a que su hija, Victoria Flores, es una de las funcionarias más importantes de Martín Llaryora: «El rumbo que tomó el PJ provincial dista mucho de un partido que escucha y que está ligado a la gente. Hay que recuperar la historia y la verdadera esencia del peronismo», repite la ex esposa de José Manuel de la Sota.

Fuente: La Politicaonline