Construyó una bicitren para llevar a sus nietas

Me llena el corazón al ver la felicidad de ellas dos y además me sirve físicamente porque tengo 64 años y me mantengo activo”, contó a Mi Valle David, un abuelo que dice tener la mitad de su corazón en Buenos Aires y la otra mitad en Córdoba.

David y María Cristina no dejaron que la pandemia los paralice. A este abuelo de 64 años, que además de jubilado es ciclista, se le ocurrió la idea de hacer una bicitren que rápidamente cayó muy bien entre su grupo de ciclistas y a su familia también, así que puso manos a la obra. “Surgió un poco cuando empezó la pandemia, quería hacer algo, estábamos muy encerrados y eso enfermaba. ¿Qué puedo hacer? me preguntaba…con mis nietas nos hablábamos por teléfono. Me puse al fondo de mi casa y hablé con mi señora para ver qué podía hacer para darle una linda sorpresa a las nenas. Tengo a Juana de 3 y a Bianca de 2, el amor que uno sueña siempre, es el de los nietos. Es un amor diferente”., explicó David a Mi Valle.

“Cuando me jubilé, encontré un grupo acá en Berzatgeui, llamado BeraBikes, entré a ese grupo y les comenté de esta idea y les pareció copado. Yo mucha maña no me doy en esto de la soldadura, pero el mismo entusiasmo te lleva a aprender. Tuve colaboración de algunos amigos del ciclismo que han soldado las partes del tren, me han hecho el acople y me han dado ideas. El color, como no tenía compresor lo hice con aerosol, son colores fluor por si me agarra al atardecer, que se vea. La biclicleta tiene luz adelante, una itermitente atrás color roja, siempre para llamar la atención”, explicó el abuelo que asegura tener la mitad de su corazón “en Junín por mi padre y la otra mitad en Cruz del Eje y también en Villa de Soto el otro 50%”, relata.

La bicitren llega al jardín y los más chiquitos se revolucionan… “si pudiera le pondría 10 bagones mas!”, dice, pero asegura que “no me daría el cuerpo para tanto. Cuando estoy disponible las voy a buscarlas… o cuando me toca el turno, porque sino la va a buscar la abuela o la madre, o la tía abuela…es una organización que tenemos adentro de la familia como para que no se les haga tan pesada la vida cotidiana a los padres de las nenas”.

David no sale de su asombro…“me llaman de todos lados!”, cuenta tras la viralización de las fotos en las redes. Al contar, por otra parte, como fue ese primer día, resaltó: “cuando llegué al jardín, estacioné en la puerta…los padres de los nenes fascinados, no entendían nada… hasta me cedieron el estacionamiento donde va la combi escolar, porque como es angostito se puede arrimar la combi junto conmigo. Me respetan mucho, cuando salieron mis nietas, las caras…es algo indescriptible! Y también de los compañeritos, hasta me da no se que…me dan ganas de ponerle 10 bagones más! pero bueno…las piernas no dan para tanto. A mi me sirve porque me llena el corazón al ver la felicidad de ellas dos, me sirve físicamente porque tengo 64 años y me mantengo activo. En esto no quiero olvidar la participación de María Cristina, mi esposa, ella se dedicó a la parte interior, forrarla a toda, tapizar los asientos y los cinturones de seguridad. Le compró los casquitos…porque yo siempre insisto en el uso del casco de los ciclistas…así que el abuelo con casco, las nietas con casco, sino no se sube”.

Y para finalizar dijo a modo de conclusión: “Los abuelos estamos para esto; para disfrutar, malcriar y brindarles mucho amor a los nietos”.