Afecciones respiratorias en aumento por la ola polar: cómo cuidarnos este invierno

Con la llegada de la ola polar y los bruscos cambios de temperatura, los centros de salud de todo el país reportan un aumento significativo en las infecciones respiratorias virales. Según explicó la neumonóloga Jessica Fernández, los principales virus en circulación este invierno son Influenza A (H1N1), SARS-CoV-2 (COVID-19) y el Virus Respiratorio Sincitial (VRS).

“Todas las personas pueden contraer estas infecciones, pero el riesgo es mayor en niños pequeños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas como asma, EPOC, enfermedades cardíacas o inmunosupresiones”, detalló la especialista.

¿Cómo se transmiten?

Estas infecciones se propagan principalmente a través de gotitas respiratorias expulsadas al hablar, toser o estornudar. El contagio también puede producirse por el contacto con superficies contaminadas o al llevarse las manos a la nariz, boca u ojos.

¿Sirve usar barbijo?

El uso del barbijo vuelve al centro del debate. Si bien hay evidencias diversas, el personal de salud3 recomienda su uso en personas con síntomas respiratorios, pacientes con enfermedades crónicas o inmunosuprimidas y en espacios cerrados con alta circulación de personas. “El barbijo ayuda a reducir la transmisión, sobre todo en lugares sin buena ventilación”, afirma Fernández.

Recomendaciones clave para prevenir contagios:

-Garantizar el esquema completo de vacunación contra:

-Influenza

-SARS-CoV-2

-Neumococo (especialmente la vacuna conjugada de 20 serotipos, incorporada en 2024)

-Haemophilus influenzae tipo B

-Bordetella pertussis

-Virus Respiratorio Sincitial (para mayores de 70 años y embarazadas)

-Lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón.
-Cubrirse con el pliegue del codo al toser o estornudar.
-Ventilar adecuadamente los ambientes cerrados.
-No compartir vasos, cubiertos u objetos personales.
-Limpiar y desinfectar superficies de contacto frecuente.
-Evitar el contacto con otras personas si se presentan síntomas como fiebre, tos o mucosidad, y no reincorporarse a las actividades hasta haber pasado al menos 24 horas sin fiebre (sin tomar antitérmicos).

Por todo esto, este invierno, el cuidado es colectivo. El uso responsable del barbijo, la vacunación al día y los hábitos de higiene pueden hacer la diferencia entre un resfriado leve y una complicación grave. Como destaca la Dra. Fernández, “la combinación de medidas es la clave para reducir los contagios y proteger a quienes más lo necesitan”.