Le entregaron una casa a la familia que vivía en el ex Hogar Anacleto Oviedo

El caso del 1° año de la escuela con especialización en Robótica conviviendo con una familia tomó estado provincial y nacional. Erika, sus cuatro hijos y su mamá se mudan hoy a barrio Parque San Juan.

“Estoy felíz por todo”, cuenta Erika a Mi Valle, luego de que el municipio, a través de acciones llevadas adelante por el asesor letrado Daniel Villar, le entregara una casa nueva que comenzará a usar desde hoy mismo junto a sus cuatro hijos y su mamá.

La mujer vivía en el ex Hogar Anacleto Oviedo desde hace 12 años con permiso municipal. Todo iba bien, hasta que el espacio comenzó a utilizarse como colegio. Tanto la nocturna de uno de los establecimientos educativos de la ciudad como el primario del Padre Viera fueron conviviendo con esta familia durante años, hasta que finalmente esto tomó estado público hace unas tres semanaas cuando ya mudado el Padre Viera, el Área de Educación del municipio instaló allí el 1° año de la escuela nueva con especialización en Robótica; y además se anunciaba que los cuatro años de la escuela ProA que siguen conviviendo en el Santiago de Liniers, también irían allí.

Si bien ya se aclaraba que la familia se iría porque desde la municipalidad le iba a donar una casa, la cosa estaba tibia, más bien fría, estado que cambió cuando Mi Valle dio a conocer la situación y se le sumaron medios provinciales y nacionales dando a conocer lo inaudito de lo ocurrido. El presidente del bloque de Juntos por el Cambio Orlando Arduh y los concejales de la oposoción también expresaron que era “necesario y urgente” que esta familia se fuera de allí y que las obras de puesta en valor del edificio finalmente concluyeran.

Todo esto agilizó la cuestión y a pocos días del escándalo desde el municipio anunciaron la donación de la casa ya terminada en barrio Parque San juan, hecho que sin dudas también despierta una polémica.

“Mi mamá fue hace mucho tiempo a pedir ayuda porque no teníamos donde estar y nos dieron este lugar. Nunca usurpamos como se dijo, teníamos permiso para estar”, expresó Érika, y aclaró que le “dolió mucho” todo lo que “se hablaba de mí y mi familia”. “Tampoco es cierto que yo pedí que nos dieran una casa, eso me lo ofrecieron”, dijo repitiendo su alegría por mudarse a la casa nueva.