Lo aseguró el reconocido Periodista Deportivo, Raúl Barceló en diálogo con Mi Valle sobre la destacada figura de Oscar Zagaglia en la ciudad y en el automovilismo nacional.
Luego del trágico hecho que terminó con la vida del historico el ex piloto y mecánico de Alta Gracia, Oscar Zagaglia, en diálogo con Mi Valle, el reconocido periodista Raúl Barceló recordó su importancia para el automovilismo en la ciudad, la provincia y el país.
“Todos sentimos un gran dolor por la pérdida de un hombre no solo ligado a la ciudad de Alta Gracia de toda la vida sino que tambien, muy ligado al automovilismo deportivo puntualmente”, comenzó Barceló en dialogo con Mi Valle.
“Conocí al “Pajaro” de toda la vida pero sobre todo por su rol como mecánico de primer orden de Oreste Berta, en el equipo de competición de Renault cuando las Coupé Fuego arrasaban a fines de los 80′ y principios de los 90′ en el TC2000. El trabajaba en Renault y Berta lo convoca para integrar el plantel, porque no solo era experimentado sino un destacado mecánico en el ambiente deportivo. De hecho, en su carrera corredor tuvo como resultado fundamental el haber dado la vuelta en América del Sur, en una carrera que tocó distintos paises en el 78′ y 79′, que fue la previa en la que Argentina tuviese el Rally Mundial a nivel internacional. El corrió con Renault 12 y fue una especie de muleto para Jorge Recalde que también corria con apoyo de la fabrica. Ese fue un hecho muy destacado, con mucho esfuerzo.”, agregó.
Sobre su vinculo con grandes referentes del automovilismo nacional, expresó: “Desde ya que, él tenia dotes de corredor pero se destacaba como mecánico y fue en esa epoca que no solo integraba el equipo de Berta sino que era el mecanico principal de Juan María Traverso que todos sabian que era la gran figura y el múltiple campeón del TC2000. A tal punto que el era el encargado del auto de Traverso y siempre cuando me tocaba ir a trabajar pasaba para saludarlo de manera especial al Pajaro porque era de Alta Gracia, era vecino”.
En cuanto a su relevancia como mecánico de la ciudad de Alta Gracia, resaltó “que todos o la gran mayoría de los autos pasaban por su taller. Es un hecho muy doloroso, porque era un muy buen hombre, un hombre destacado en lo suyo, un buen vecino y un hombre que le inculcó a sus hijos la pasión por la mecánica y que había dedicado al cuidado de su cabeza y de su cuerpo, sobre todo en sus últimos años. En la que ya jubilado practicaba el ciclismo casi como un profesional. Hay mucho dolor porque en lo personal lo conocia hace muchos años al igual que a su familia. Es realmente muy injusto la forma en la que ocurrió”.