“Estamos muy desprotegidos”, dijo una de las profesionales que vivió un momento muy violento este martes en el nosocomio local. Realizó al denuncia ante el Consejo de Médicos.
Si bien se han conocido momentos complicados en la guardia del Hospital Illia, y varias veces -justamente por este motivo- los profesionales pidieron mayor presencia policial; la cosa parece que lejos de mejorar, empeora. Este martes por la noche los médicos dicen haber pasado “una guardia para el olvido”, donde “la violencia y la falta de respeto estuvieron a la orden del día”
“Eran las 22 más o menos, llegó una mujer que ya tiene antecedentes psiquiátricos en el hospital, justamente la atienden dos profesionales de acá por ese motivo. Golpeó la puerta, salió el jefe de la guardia y le consultó si se había registrado. Dijo que no porque le faltaba el aire, así que arremetió y se metió en el primer consultorio que encontró abierto que era el de Pediatría, el que yo estaba atendiendo. Sin barbijo, y a pesar de que le pedimos que se lo pusiera, se sentó delante mío y comenzó a toser, le pedí que se colocara el barbijo pero siguió sin hacerlo”, comenzó a relatar la profesional que ya denunció la situación vivida en el Consejo de Médicos.
Luego, manifiesta haber traído el oxímetro “saturaba 99, frecuencia cardíaca 68 aproximadamente, le dije que no tenía problemas de ese tipo, que se tranquilizara, pero estaba con una crisis histérica terrible”, agregó la doctora. Luego añadió que se fue hasta Rayos porque estaba un paciente que controlar allí, le dio las indicaciones y cuando volvió al consultorio seguía quejándose y pidiendo oxígeno, ya acostada en una camilla.
“En ese momento me di cuenta que estaba filmando. Me fui hasta el consultorio del frente para ver a un niño y cuando volví a ese porque allí estaba mi computadora, me di cuenta que me había sacado el sello. Le dije que me lo de y comenzó con los insultos. Agarré su bolso y le dije que me diera el sello o no le devolvía el bolso, leyó mis datos en voz alta y me dijo que me iba a matar, que me iba a pudrir en la cárcel. Me puso violentamente una estampita en el escritorio y me dijo que comenzara a rezar”, relató la pediatra.
Ante la situación y el estado de crisis de la mujer, la profesional llamó a la Policía. El primero en llegar fue el que hace adicionales en el nosocomio y luego un patrullero con dos efectivos: una mujer y un hombre. “Demoraron muchísimo en llegar. Cuando llegó el primero le pedí que me diera los datos de la señora porqué iba a hacer la denuncia en el Consejo, se encerró con la mujer en un consultorio y cuando salió, comenzó a cuestionarnos el por qué no la habíamos atendido. Luego le pedimos que le dijera que borrara esos videos, y los policías nos dijeron que la gente podía filmar sin problemas. Mi compañera le dijo que no a uno de ellos, y fue hasta donde ella estaba a decirle de una manera muy violenta que no tenía idea como se manejaba ese tema, que las que teníamos que ir al psiquiátrico éramos las médicas de la guardia, y que las médicas presentes (éramos tres) estábamos locas, etc”.
Todo pasaba ante los pacientes internados en Cama Fría y los demás pacientes que quedaron atónitos con la situación que lamentablemente no es nueva en el nosocomio. La médica no descarta, además, hacer una denuncia ante la Justicia por lo sucedido. “Estamos cansados de los malos tratos…está siendo muy difícil la situación”, cerró.