Comenzarán a partir del domingo 23 y se extenderán hasta el 26 de julio. Los festejos incluyen misa, procesión, y un locro para los abuelos en el festejo de su día
Cada 26 de julio la Iglesia Católica celebra la Fiesta de San Joaquín y Santa Ana, padres de María y abuelos de Jesús. En el marco de esta celebración, la localidad de Villa Parque Santa Ana celebra sus fiestas patronales.
En esta oportunidad los festejos comenzarán el domingo 23 de julio y finalizarán el miércoles 26 con una procesión, misa y un locro para los abuelos festejando su día.
Aquí dejamos el cronograma completo de actividades:
DOMINGO 23
A las 9hs. Rezo del Rosario (Triduo) en la Capilla de Santa Ana y a las 9,30hs Santa Misa
LUNES 24
17hs – Rezo del Rosario (Triduo) en el Club Social Defensores de Villa Parque Santa Ana
17.30hs – Santa Misa. Rezando por las Instituciones y la paz en los hogares.
MARTES 25
15hs – Rezo del Rosario (Triduo) en el Hogar María de Mi Valle
15.30hs – Santa Misa. Rezando por los abuelos, por la salud y el trabajo.
MIERCOLES 26
11hs – Procesión. La Procesión va a salir desde la Capilla hasta el Arco de entrada y regresando nuevamente hacia la Capilla de Santa Ana.
12hs – Santa Misa
13.30hs – Almuerzo con los Abuelos festejando su día en el Salón del Polideportivo (alado del Dispensario) Habrá locro. Deben llevar plato, cubiertos y bebida.

LA HISTORIA DE SANTA ANA, MADRE DE MARÍA
El 26 de julio se celebran Santa Ana y San Joaquín, los padres de la Virgen María. El mismo día se celebra el Día de los Abuelos. Averigüemos por qué.
Aunque el Día de los Abuelos se estableció como un evento civil en Italia el 2 de octubre de cada año, en conjunción con la fiesta de los Ángeles Custodios, en la mayoría los países de cultura cristiana los abuelos también son recordados y celebrados el 26 de julio. Esto se debe a que en este día se recuerda a Santa Ana, la madre de María, quien además de ser la protectora de las madres y las mujeres embarazadas, junto con su esposo San Joaquín es también la patrona de los abuelos. No es difícil imaginar el motivo de este patronato: de hecho, Santa Ana y San Joaquín son también los abuelos de Jesús.
Historia de Santa Ana
Ana y Joaquín no aparecen en la Biblia. Lo que sabemos de ellos, así como de los padres de Juan el Bautista, es decir Zacarías e Isabel, esta última hija de Ismeria, hermana de Ana, nos viene de la tradición hagiográfica posterior y de los evangelios apócrifos.
Cuenta la leyenda que ambos eran miembros de la clase sacerdotal judía, aunque existen diferentes versiones que atribuyen a Ana algún grado de parentesco ilustre con otras figuras de la historia religiosa, como José de Arimatea, , el hombre que se encargó de la recuperación y entierro del cuerpo de Cristo, quien habría sido su tío.
Lo cierto es que aunque ambos fueron nobles y virtuosos, Ana y Joaquín no lograban tener hijos, al igual que Zacarías e Isabel.
La vergüenza de esta falta llevó a Joaquín a retirarse al desierto, entre los pastores, pero precisamente en ese momento se le apareció un ángel tanto a él como a su esposa Ana, anunciándoles el inminente nacimiento de un niño. Bajo las instrucciones del ángel, los dos se encontraron en la Puerta Dorada de Jerusalén, y aquí, gracias a un solo beso, habría sido concebida su criatura.
Cuando, como había prometido el ángel, nació una niña que habría cambiado la historia del mundo para siempre, Ana y Joaquín la llamaron María, que en hebreo significa ‘amada por el Señor’.
Así es como nació la Virgen María, futura madre de Jesucristo. Ella nació sin pecado, preservada inmune a él desde la concepción, según el dogma de la Inmaculada Concepción.
Como todas las madres, fue Ana quien le enseñó a la pequeña María a hacer las tareas domésticas, a limpiar la casa, a tejer y a coser. Por eso se la invoca como protectora de los sastres, tejedores y vendedores de ropa. Pero es sobre todo el haber quedado embarazada a una edad avanzada lo que a lo largo de los siglos le ha valido el papel de patrona de los partos imposibles y protectora de las mujeres embarazadas, pero también de las viudas y madres de familia.
Además, como llevó en su seno a la Virgen María, como un cofre que contiene una joya preciosa, es la patrona de los orfebres, ebanistas, carpinteros y mineros.
Por lo tanto, es casi siempre en relación con su hija María que se recuerda a Santa Ana. En la Alta Edad Media a menudo se representaban juntos juntas, María sentada con el Niño Jesús en brazos y la madre Ana detrás, simbolizando la jerarquía de la familia divina. Pero también hay una iconografía sagrada vinculada solamente a Ana y Joaquín y su vida.