En una entrevista con Alfil Tv, el intendente intentó instalar algunas cuestiones políticas pero con un discurso tibio y con algunas incongruencias. Fue consultado sobre la candidatura de Martín Llayora, el papel de la “Vieja guardia” de dirigentes, la Generación X,la supuesta ruptura del bloque oficialista en la Legislatura, entre otras cosas.
El intendente de Alta Gracia, Marcos Torres, fue entrevistado por Alfil Tv este viernes por la tarde sobre algunas cuestiones políticas en un tablero provincial bastante convulsionado pero que todavía espera la voz de “aura” del capitán del equipo. Tiempista como muchos de los viejos dirigentes, Juan Schiaretti no le levantó aún la mano a quien suena fuerte como único candidato del peronismo cordobés: Martín Llaryora.
Esta situación generó que la autodenominada “Generación X” (de los sub 50) buscara escaparse por una veta que les mantenga la ilusión intacta de ocupar lugares de poder en las próximas elecciones. “No nos dejaron otra opción”, dicen algunos y comenzaron a nuclearse pero…sin hacer referencias a Llaryora 2023, en clara oposición a esa candidatura.
Esta migración clara (a pesar de que los discursos digan otra cosa) fue una de las consultas de Alfil Tv, a lo que Torres respondió que el que toma las decisiones es Schiaretti. Por un lado expresó que Llaryora es el dirigente mejor posicionado para ser candidato y por otro dijo: “nosotros no hicimos Junta Promotora, tenemos que gobernar”, marcando las diferencias con el intendente de Córdoba ya que si las hizo en distintas partes de la provincia.
En relación a la supuesta ruptura del bloque oficialista en la legislatura expresó: “tendrán sus motivos si quieren conformar un bloque, pero todavía no está plasmado, son solo intenciones. Tenemos que trabajar todos juntos”. Otra expresión ambigua, que se contradice con actitudes propias en su tierra y que lo relacionan al despido y suspensiones de trabajadores peronistas que no commulgan con la nueva generación.
¿Qué habla la Generación X?: “Hablamos del 2023 por supuesto, sin José (Manuel de la Sota) ni Juan (Schiertti) que son los arquitectos de esta fuerza que ha transformado Córdoba (…) Somos un grupo de dirigentes sub 50 con poder territorial abocados a la gestión porque queremos tener posibilidades reales el año que viene. Obviamente queremos estar en la mesa de diálogo”.
En otro ámbito, manifestó que siempre “vamos a trabajar orgánicamente” pero dejó entrever que no hay lugar para la vieja guardia y que necesitan correrla a los empujones: “En Alta Gracia la transformación arrancó hace tres años aproximadamente, en lo personal me hubiera gustado que fuese de otra forma pero lo hicimos con las herramientas que teníamos”, expresó recordando (sin nombrar) la aprobación de una ordenanza entre gallos y medianoche que instaló las PASO pero que duró solo dos años y medio; además de la toma del partido, el apriete a seguidores de la otra corriente peronista, entre otras cosas que fueron observadas más como bravuconadas que como estrategias políticas reales durante los últimos tiempos.
“Martín es una de las opciones, también puede serlo el vice gobernador”, expresó y afirmó que será el gobernador (a dedo) quien determinará cual será el candidato en 2023 en una decisión absolutamente verticalista que muchos, aún le temen.