El reciente decreto emitido por el Ejecutivo municipal que establece un aumento del 21% en la tarifa del servicio de taxis y remises generó un fuerte rechazo por parte de las empresas de remises de la ciudad, que acusan a las autoridades de actuar de forma “unilateral y sin consenso”.
Desde el sector, aseguran que la medida fue tomada a pedido de un grupo reducido de taxistas –“no más de 7 u 8”, afirman– que aún integran el Centro de Permisionarios de Taxímetros, y que las empresas de remises “no fueron consultadas” en ningún momento.
Barón Villar, referente de una de las principales remiseras, fue tajante:
> “Esto está fuera de lugar, fuera de contexto y fue resuelto a espaldas de lo que venimos trabajando con el Concejo Deliberante desde marzo. Se mete en medio de una negociación clave para regular el transporte por aplicaciones, y lo único que hace es entorpecer”.
El empresario recordó que el punto central de las futuras ordenanzas en debate es justamente la tarifa. “¿Quién va a fijar los precios? ¿La Municipalidad para unos y las aplicaciones a su antojo? Ese es el verdadero debate que queremos dar. Por eso este decreto no solo es inoportuno, sino contraproducente”, afirmó.
Los nuevos valores vigentes desde el 10 de julio, que algunos taxis ya están aplicando, son:
- Bajada de bandera: $1350
- Ficha cada 100 metros o 30 segundos de espera: $110
- Tarifa nocturna: $1550
- Ficha nocturna cada 100 metros: $130
Por otra parte, desde las empresas de remises destacaron que pedirán que “se retroceda con ese decreto”, y explicaron: “no vamos a aumentar los precios ninguno de los remises. Si se intenta forzar, se dirimirá en la Justicia”
La versión oficial: “Se aplicó un criterio objetivo en base al IPC”
Desde el Ejecutivo, el secretario de Comercio, Industria y Modernización, Maximiliano Caminada, defendió la medida y explicó que el aumento fue decidido tras un segundo pedido formal por parte del sector de taxis, luego de que una primera solicitud del 36% fuera rechazada.
En diálogo con este medio, Caminada aclaró:
> “Nos pareció lógico aplicar un aumento, no en los porcentajes que pedían los taxistas, sino en función del IPC (Índice de Precios al Consumidor). El último aumento había sido en noviembre del año pasado”.
Asimismo, reconoció que se trata de “un tema complicado” en el que es difícil lograr consensos.
> “Por momentos nos piden aumento, luego se oponen, y con los remises hay una particularidad: muchos dicen estar compitiendo con Uber y prefieren esperar”, detalló.
Caminada también adelantó que esta misma semana se elevó al Concejo Deliberante un proyecto de modificación de la ordenanza vigente, que incluye la regulación del transporte por aplicaciones, una demanda creciente en la ciudad.
En comparación regional, Caminada subrayó que Alta Gracia sigue teniendo una de las tarifas más bajas:
- Córdoba Capital: $1495
- Villa Carlos Paz: $1780
- Río Tercero: $1600
- Alta Gracia: $1350
El conflicto por la tarifa pone en evidencia las tensiones entre los distintos actores del transporte urbano y revela la urgencia de avanzar en una regulación clara e integral que contemple tanto a los prestadores tradicionales como a las plataformas digitales. Por ahora, la disputa sigue abierta.