En las calles de Alta Gracia, una bolsa de cítricos puede contar una historia de solidaridad, conciencia ambiental y compromiso social. Franco Maldonado, impulsor del proyecto “Fruta Libre”, recorre distintos barrios de la ciudad recolectando frutas que de otro modo se perderían, y las reparte a vecinos que las necesitan o desean consumir productos frescos y orgánicos.
“Hoy terminamos de repartir en el barrio Don Bosco”, comentó Franco, mientras cargaba la última bolsa con naranjas, limones y mandarinas. La idea surgió como una respuesta concreta a una problemática frecuente en los hogares con árboles frutales: la caída masiva de fruta tras las heladas y la falta de opciones para aprovecharla. “La gente no sabe qué hacer. Se les caen todas de golpe, las ponen en bolsas y muchas veces terminan en la calle”, explica.
El proyecto se encuentra en una etapa de validación de mercado, con buena recepción por parte de los vecinos. “Me empezaron a seguir en redes sociales, me escriben para ofrecer sus árboles o para recibir fruta”, señala. Y aclara que actualmente hay mucha más demanda que oferta. “Cuatro personas me ofrecieron fruta, pero más de treinta me pidieron. Hay que acercar las partes”.
Por ahora, Franco realiza todo a pie. Va casa por casa, conversa con los vecinos, coordina retiros y entrega personalmente las frutas. Entre los barrios que ya participaron están Villa Oviedo, Barrio Norte, Barrio Cámara y Don Bosco. Incluso, algunas bolsas llegaron hasta Córdoba capital.
La idea a futuro es desarrollar una plataforma digital que conecte directamente a los dueños de árboles frutales con quienes necesitan o desean fruta. “Sería algo así como una app para hacer match entre quienes tienen y quienes buscan, como pedir un viaje o comida, pero con frutas”, explica Franco.
Además de los cítricos, también se han recuperado algunas paltas y pomelos, aunque la temporada invernal ya afecta a ciertas variedades. “Lo interesante es que hay plantas que dan fruta en cuatro estaciones. Ni bien se cae una, ya empieza a brotar la próxima”, agrega.
Algunos vecinos aprovechan para vender pequeñas cantidades de fruta como ingreso extra. En esos casos, Franco colabora difundiendo sus publicaciones en redes sociales. “No sacamos beneficio de eso, pero sí ayudamos a unir esas partes. Quiero que Fruta Libre sea un espacio para toda esa gente”, remarca.
La propuesta ya empezó a expandirse más allá de Alta Gracia. Desde Potrero de Garay lo contactaron para sumarse, aunque las lluvias complicaron algunas entregas. “Estamos con muchas ganas, pero por ahora todo es a pulmón”, asegura.
Quienes quieran sumarse pueden buscar a Franco en Instagram como @frutalibre o en Facebook como @frutalibrealtagracia, donde también hay un grupo comunitario en crecimiento. Mientras se avanza en la creación de la plataforma, el llamado es claro: aprovechar lo que la naturaleza da y compartirlo entre vecinos.
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