Arte altagraciense para homenajear a un mito del motocross: Wey Zapata

En San Agustín se vivió la última fecha del mini campeonato de motocross en homenaje al piloto, donde además, se presentó un hiper-realismo de la mano del artista Pablo Díaz.

El fallecido joven motociclista Alberto Wey Zapata fue homenajeado este domingo en San Agustín con un mini campeonato de motocross y también con una impresionante obra de arte realizada por el artista altagraciense Pablo Díaz que marca su eterna pasión: las motos.

El Municipio de San Agustín, la comunidad motociclista y el escultor también aficionado a este deporte, formaron parte de una jornada de despedida, que estuvo marcada por la emoción.

El artista altagracience hizo esta obra a beneficio que quedará sin dudas en el recuerdo de todos los que conocieron a Wey y por supuesto en los vecinos de San Agustín y de su San Juan natal. En diálogo con Mi Valle Pablo, relató detalles de la escutura, su proceso y final.

¿Cómo surge esta iniciativa?

Se trata de una obra homenaje que se me ocurrió ofrecer a la municipalidad de San Agustín. Desde un principio pensé en hacerla como una donación al 100% pero, luego acordamos hacer una donación conjunta. Yo aporto un 50% de la obra y el 50 lo donan el municipio, y con ese 50% que donan se paga el costo de materiales, mano de obra extra, insumos, etc.

Te une el arte pero también el deporte a esta iniciativa ¿no?

Si porque yo practico el motocross, no estoy compitiendo actualmente pero lo practico, entreno. Cuando hay de vez en cuando alguna carrera voy a verla, así surgió. Debido a esto, fui a una carrera a San Agustín y lo vi a Wey, que yo no sabía que estaba andando en moto sin un brazo, entonces fue muy impactante. Una situación así, es impactante no solo para el que no hace el deporte, sino también para el que lo practica que sabe que es un deporte de alto riesgo y de una alta demanda física. Me quedé sorprendido. Ver una persona con este nivel de autosuperación es un ejemplo de vida. El, a pesar de su condición por haber perdido el brazo en un accidente, siguió apostando a su sueño o a su pasión que era realizar motocross. Cuando me enteré que falleció, que fue si no me equivoco la siguiente carrera después de que yo lo vi, se me partió el corazón. Me pegó muy fuerte, así que de ahí surgió todo. Cuando pasó todo esto se me ocurrió realizar este homenaje y se terminó haciendo conjuntamente con la Municipalidad de San Agustín, la conexión fue Cristian Ortega, Secretario de Gobierno.

¿Cómo fue este proceso?

Fue un largo proceso porque en realidad la idea era hacer una escultura donde puntualmente se viera la cara de él, bien definida. Lo del cuerpo con una moto no estaba hablado, pero en pleno proceso me fue tocando el alma y fuí apostando a llevar al detalle máximo que yo pudiera de mis conocimientos y así tratar de asimilarlo a un hiper-realismo en cemento, y eso conllevó a estirar los tiempos de la producción de esta pieza. También resalto el trabajo que ha hecho la municipalidad en acoplarse al homenaje que se le hace a él mediante un mini campeonato llamado “La Copa San Agustín Wey Zapata”, que termina completando la idea y que fue una sugerencia que les hice tirada en el aire, pero a pesar de eso lo llevaron a cabo. Presentaron una escultura homenaje y realizaron un mini campeonato de dos o tres fechas.

Pablo Díaz junto a la obra en los tramos finales

Contanos un poco la creación de la obra

La verdad que fue muy complejo. Charlé con un piloto de Alta Gracia (José Oviedo),que tenía la misma moto que conducía el “Wey” en las carreras (una Kawasaki KXF 450), le conté la idea y se ofreció a traerme la moto para ponerla de modelo, copiarla. Fue un proceso de sacar partes de la moto, realizarle molde, pasarlas a cemento, hubo partes que se tuvo que recurrir a un herrero especializado, ahí la moto se desarmó para poder ver el cuadro, se replicó el cuadro a la escala real asimilándola lo más posible, en las curvas y ángulos. Se sacaron moldes de las ruedas reales de la moto. La verdad que agradecido con él porque fue un gesto muy grande que hizo en haberme confiado su moto por aproximadamente dos o tres semanas, dejarme la moto en mi taller a disposición para todo. Aportaron también partes de motos Santiago Truco que es un mecánico de motos de acá de Alta Gracia. El me dio algunas que fueron puestas en la pieza homenaje. Los hermanos Barrandeguy que también corren en moto me proporcionaron algunas partes más, así que agradecido al apoyo que tuve. Otras partes las puse yo y entregué un casco que va a estar puesto en la obra. Fue mi primer casco, lo tenía en una repisa ya que en una carrera me salvó la vida; así que es un casco que tiene un alto valor sentimental. Va a estar puesto ahí, como símbolo de lo que significa el deporte para mi y la representación de la autosuperación de este chico, que se merece nuestra admiración.

La obra fue finalizada con sus últimos detalles ese mismo día a las 7 de la mañana, con la colaboración de mi ayudante Tomás Domínguez y mí padre, Gustavo Díaz, también escultor (este aporte fue muy importante para llegar a tiempo). Fueron dos días trabajando en el lugar de mañana a noche, unas 20hs debido a las condiciones del clima para evitar ser interrumpidos por la lluvia.

Pablo junto a su padre, Gustavo y los papás de Wey

Con todo este proceso y lo que significó la muerte del piloto, el homenaje estuvo cargado de emoción, verdad?

Totalmente. Se hizo la presentación de la obra a los padres que vinieron desde San Juan, en el marco de la última fecha del mini campeonato. Fue allí que hablamos de la posibilidad de hacer una obra para dejar en su provincia también. Se acercaron todos los pilotos, y al sacar el manto comenzaron a acelerar sus motos haciendo sonar los motores. Se realizó una presentación protocolar y habló el intendente, entidades de la organización del motocross y también los padres de “Wey”, así como los pilotos que compitieron con él, recordando momentos lindos, fue un espectáculo muy emocionante.

¿Quién era Wey Zapata?

En abril de 2021, luego de un salto, Wey no pudo controlar su moto en la caída y fue atropellado por dos competidores que no pudieron esquivarlo. Fue atendido por los médicos y después lo trasladaron a un hospital local, donde falleció por las heridas sufridas.

El sanuanino, de 23 años, había logrado volver a competir luego de la amputación de su brazo izquierdo por un siniestro vial donde casi pierde la vida. El 12 de noviembre de 2020, en la Ruta 40 antes de llegar al puente de la calle 5 en localidad sanjuanina de Pocito. Una persona se detuvo para ayudarlo y le hizo un torniquete que lo rescató. Pero, ya en el centro médico, pero no lograron salvarle el brazo.

Para muchos hubiera sido el final de la carrera. No para el Wey Zapata. “Las probabilidades de que volviera a andar en moto para los médicos, los psicólogos y los psiquiatras eran prácticamente cero. Pero yo me mentalicé en la recuperación para mejorar día a día mi equilibro y en eso hice mucho hincapié. Los kinesiólogos me decían que no me centralizara tanto en eso, pero yo pensaba en cómo iba a hacer para manejar la moto”, aseguró en diálogo con Carburando.

Así, pocos meses después del traumático accidente, ya estaba compitiendo de nuevo. Y sorprendiendo al mundo, que reconoció su esfuerzo. “Generalmente te ovacionan cuando ganás, cuando llegás a la bandera de cuadros, pero esta vez gané en todas las vueltas… ¡Me ovacionaron hasta en los entrenamientos!”, sostuvo en una nota con Campeones, tras su retorno.

Su lucha trascendió el mundo de las motos. Incluso le hicieron una entrevista en el flamante canal de Boca por su fanatismo por el Xeneize. “Hay cuatro o cinco casos de pilotos amputados en el mundo, pero ninguno compite”, exhibió su orgullo. “Pude conocer la cancha de Boca hace poco. Sí lo había visto jugar en otras canchas del Interior”, se emocionó entonces.

Su objetivo no se “redujo” a volver a las pistas. Compitió mano a mano con los mejores en su disciplina. Consiguió dos podios y un primer puesto. Pero, en Córdoba, su vida se apagó mientras desarrollaba la actividad que lo apasionaba.





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