Lo dijo el concejal Ricardo González, quien le pidió que explicara bajo qué circunstancias se hacía presente, y en el nombre de qué artículos de la legislación. Ocurrió mientras se debatía el desborde de la laguna de Potrero de Loyola, en un nuevo reclamo por fallas en la obra por parte de la oposición.
Durante la sesión de este miércoles del Concejo Deliberante de Alta Gracia se dio un fuerte cruce entre oficialismo y oposición que terminó con la salida del intendente Marcos Torres del recinto, quien se había hecho presente junto al secretario de Obras Públicas Marcos Moreira. Pero, como dijimos, su presencia duró solo unos pocos minutos.
La visita se dio en el marco de un nuevo reclamo por parte de la oposición de la obra de calle Rossi y las lagunas de retención de Potrero de Loyola que durante las lluvias ocurridas días atrás se desbordaron y el agua volvió a transitar la Rossi.
La presencia y la inmediata salida del intendente fue calificada como “mamarracho” por el concejal de Alta Gracia Crece Ricardo González, quien le pidió al mandatario que explicara en base a qué artículo de la legislación se hacía presente. “Un actor el intendente”, remarcó, mientras que el bloque entero aclaró minutos después: “Lamentamos la puesta en escena del Intendente que, al ser citado por los Concejales al Recinto para informar sobre las obras, sin ninguna voluntad de dar explicaciones se retiró. Mientras tantos los vecinos siguen sin repuestas por las deficiencias en la obra millonaria de Lucio V. Rossi”
Mientras tanto el oficialismo se quejaba del “acting” de los ediles de Alta Gracia Crece y festejaban que “recorrimos toda la zona anoche mientras vos dormías (dijo Iván Poletta en relación a la edil Amalia Vagni), hablamos con los vecinos y estamos felices porque toda el agua escurrió como correspondía.”. A la vez, Ortíz y Urreta reclamaban dejar hablar a Torres y manifestaban que “la obra es eso, una obra, y no está terminada”.
Por su parte, el edil Pedro Spinetti refelxionó que “hoy teníamos una gran posibilidad, de un debate con cordura y de sacarnos todas las dudas, pero no fue así. De esta manera, continuamente nos desvalorizamos como concejales. Era momento de comenzar a escucharnos…pero no lo hacemos. Tenemos que comenzar a hablar en serio”.
En respuesta, la concejal Lucía Allende dijo que fue “un bochorno” y “una falta de respeto hacia los vecinos, no hacia nosotros, la actitud de chiquilín del intendente que se retiró así del recinto cuando debe dar explicaciones por una obra en la que ya se llevan gastados millones y que constantemente tiene fallas”, enfatizó.
Más allá del debate y el tratamiento que ameritaba el tema en particular, todo se redujo a un papelón político del Concejo, uno más de los muchos que están llevando adelante y que genera apatía en general.