Más de 100 niños y niñas participan del nuevo proyecto comunitario en el Club San Lorenzo de barrio Córdoba, donde padres y madres organizan meriendas y cenas para acompañar el crecimiento deportivo y humano de los chicos.
En el corazón de barrio Córdoba, el Club Atlético San Lorenzo de Alta Gracia se transforma en mucho más que un espacio deportivo. Un grupo de padres y madres lleva adelante un proyecto solidario que brinda merienda y cena a más de 100 chicos y chicas que asisten diariamente a entrenar.
El proyecto nació con el compromiso de una nueva comisión directiva que retomó obras iniciadas por gestiones anteriores: terminaron baños, refaccionaron el buffet y colocaron iluminación en la cancha grande y parte de la cancha chica. Pero el verdadero motor es el corazón: hoy, después de cada práctica, los niños reciben una merienda, y desde esta semana también una cena caliente.
“Hoy arrancamos con guiso de arroz con pollo. La idea es sostenerlo con ayuda de donaciones y el esfuerzo del club”, contaron Vale, Noe, Gustavo e Ilen, papás involucrados. La iniciativa apunta también a aliviar la carga económica de las familias, especialmente en momentos difíciles como fin de mes.
Para la merienda, se reparten criollitos, facturas y hasta fritos caseros que las familias elaboran con mucho amor. “Los chicos se van felices con algo calentito, con cariño”, aseguraron.
Las donaciones de alimentos provienen de panaderías, Desarrollo Social, Lucas Quintero y comerciantes como Gena Frut, que aportan frutas y verduras. También colabora Federico Venegas, quien entregó productos esenciales para las primeras cenas.
Actualmente, el club cuenta con 17 a 18 categorías (masculinas y femeninas) que entrenan todos los días, desde los 4 hasta los 16 años. “Es una forma de ofrecer contención y fomentar valores desde el deporte”, explicaron los organizadores.
La comunidad que desee colaborar puede acercarse al club de lunes a viernes desde las 18:30, en esquina de calles Cuba y Perú. Siempre hay algún profesor, delegado o familiar dispuesto a recibir aportes y sumar nuevas manos solidarias.
“Gracias a los papás que nos apoyan en todas nuestras locuras, a quienes cocinan, limpian, donan y están presentes. Sin ellos esto no sería posible”, concluyeron emocionados.
Este fin de semana, el club será local frente a Boca. Con bufet activo, deporte y muchas ganas de seguir creciendo, San Lorenzo demuestra que cuando se trabaja en comunidad, los sueños se cocinan a fuego lento y con amor.
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