Lo dice una vecina de Anisacate, la localidad que últimamente fue noticia por la quita del transporte escolar municipal que funcionaba desde 2016; hecho que despertó el reclamo de unas 300 familias.
Mali es otro ejemplo e los reclamos que vienen desarrollándose en Anisacate por la falta de servicios, entre ellos el arreglo de calles y el transporte escolar que fue dejado sin efecto a días de que comenzaran las clases. “En mi caso tenemos 65 cuadras hasta la escuela, las calles están intransitables y hoy mis hijas faltaron porque ni el remis puede ingresar al barrio”, cuenta y las imágenes son muy contundentes.
“Es imposible salir con las criaturas desde acá caminando porque llegás completamente embarradas y mojadas a la escuela. Imaginate después de más de 60 cuadras de barro. De barro.. no es una exageración, es solamente barro. Así que, bueno, en estas condiciones vivimos lamentablemente acá en Anisacate”, reflexionó; y explicó la vecina que vive en Valle de Alta Gracia, uno de los sectores más afectados pór la reciente medida.
Por otra parte explicó: “Hoy tuvimos bastantes inconvenientes para llevar a nuestros hijos e hijas a la escuela. Después de la quita del transporte, se hace bastante complicado poder llevarlos todos los días, más por la situación en la que están las calles, que realmente son un desastre. Yo estoy a seis cuadras de la calle principal, que es la que tiene conexión con la ruta de la Bolsa y con la ruta número 5. Mis hijas, desde mi casa a la escuela, tienen aproximadamente 65 cuadras de ida y 65 de vuelta. Por ende, van en remis, que funciona como un transporte escolar privado, al cual le pago por adelantado. Estos días que las calles están intransitables, pago, aunque no las vengan a buscar. Así que mis hijas se quedan sin acceso a la educación, los días que llueve, los días posteriores también a los que llueve. Y al margen de eso, es una gran pérdida económica, porque pago por un servicio que no me van a dar. Con justa razón, ¿no?”.
Además enfatizó: “Es realmente una vergüenza, una falta de empatía, de consideración, de amor al prójimo que aterroriza. No es justo que tengamos que vivir en estas condiciones. Hablo por mí, en mi caso particular, tengo los impuestos al día. Las tasas municipales las tengo al día. No tenemos alumbrado público, las condiciones de la calle son tremendas, la recorrección de residuos no existe. La verdad, esto es una vergüenza. Y ahora tenemos que destinar nuestro tiempo a organizarnos como vecinos para exigir algo que ya estaba funcionando. Algo que no es un capricho, que no se nos ocurrió un día y dijimos vamos a pelear a la intendente por el transporte. Ese transporte existía, ese transporte funcionaba. Ese transporte garantiza el derecho a la educación de nuestros hijos. Ese transporte tiene que volver a las calles. La gestión de Natalia Contini, tiene que buscar los recursos para que ese transporte funcione. Y eso es lo que deseamos realmente. Porque tras que tenemos que vivir así, tener que todavía estar angustiadas las familias enteras por esta situación es tremendo. Yo no puedo decirle a mis hijas que caminen 65 cuadras en estas condiciones y lleguen embarradas hasta la cabeza a la escuela. Una va a la Juana Zurduy. A veces tienen desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde. ¿Cómo le digo a ella que no tiene dos pares de zapatillas, que se quede mojada y embarrada todas esas horas? ¿A quién le parece justo eso? Evidentemente esta mujer de empatía no sabe nada”.
Esta situación se suma a la de muchas familias más que luego de la lluvia que agudizó el problema, hoy debieron tomar la decisión de que los chicos falten al colegio.
