El exgobernador Juan Schiaretti volvió a escena como candidato a diputado nacional y eligió un acto a pura liturgia peronista: más de 400 dirigentes del interior provincial lo escucharon reivindicar las banderas del PJ cordobés, cuestionar con dureza al kirchnerismo y marcar distancia con Javier Milei.
Con tono encendido, “el Gringo” dejó claro que el nuevo espacio Provincias Unidas –del que también es parte Martín Llaryora– busca rearmar un polo de producción, trabajo y sensibilidad social frente al centralismo porteño y los extremos de la política nacional.
🔹 Contra los K, fue letal: “El kirchnerismo nunca fue progresista: es feudal. Con discurso progre llevaron al país a más del 40 % de pobreza. Llenaron el Estado de militantes y fomentaron el pobrismo”, lanzó, cosechando una ovación del PJ cordobés, siempre reticente a los Kirchner.
🔹 Frente a Milei, buscó diferenciarse sin medias tintas: “El equilibrio fiscal es innegociable, pero no se puede hacer a los hachazos. En Córdoba lo tenemos hace dos décadas, pero con la gente adentro”, marcó, en alusión a los heridos que dejan las políticas del Gobierno nacional.
El gobernador Llaryora, que cerró el encuentro, lo definió como “uno de los estadistas más grandes de Latinoamérica” y destacó su regreso a la arena electoral: “Cualquier consultor le diría que no se meta, pero Juan eligió volver para rescatar a los heridos de este modelo cruel”.
Con la maquinaria del PJ cordobés aceitándose antes del arranque formal de campaña, Schiaretti volvió al ring con un mensaje claro: Córdoba se peroniza para no dejar a nadie atrás.