Pablo Ortíz y la riesgosa jugada de romper desde adentro

Pablo Ortíz, el indomable funcionario que ocupa la Secretaria de Servicio Públicos de la Municipalidad de Alta Gracia (más conocido por “linterna verde”, debido su constante inauguración de luces como estandarte de gestión), dio esta semana una nueva muestra que su proyecto personal siempre estará por delante del conjunto que integra.

En el marco de potenciar su imagen y plantarse como el hombre fuerte de Martín Llaryora en la ciudad, lanzó la campaña “Tu Casa Compañera”, donde planta cartelería en el frente de los domicilios de algunos dirigentes barriales, mostrando su imagen detrás del candidato a gobernador.

Como de costumbre, después realiza declaraciones que buscan pixelar sus intenciones. No aclara nada y juega con la dualidad de sus palabras, reconociendo que su “lealtad es solo con el Intendente”; al mismo tiempo que erosiona su imagen y liderazgo. Una característica que ha tenido Ortíz a lo largo de los años. Romper a medias, salir, plantar cartel y luego sentarse a la mesa a negociar.

Lo más grave de este caso en particular, es que en esa imagen, muestra a vecinalistas, que son los mismos que en el video salen a respaldarlo. Esto, sin dudas, echa por tierra el objetivo que tiene el vecinalismo en sí mismo, y que -no solo en este caso- se ve pegado a cuestiones partidarias que desdibujan el objetivo principal que tiene este movimiento.

Como todo mal necesario en unas elecciones que hoy parecen muy lejanas a nivel local, la disputa por la intendencia deberá esperar hasta septiembre, pero a las tensiones propias de un panorama electoral, el desafío del oficialismo será enfrentar a la oposición, por un lado, la división del peronismo por otro y como última valla a superar, las pretenciones internas de funcionarios alineados discursivamente pero no políticamente.