La Organización Meteorológica Internacional confirmó un dato tan previsible como dramático: 2023 fue el año más cálido desde que existen registros.
El nuevo informe de la Organización Meteorológica Internacional es tan previsible como dramático, ya que confirma que 2023 fue el año más cálido desde que existen registros. Se batieron récords con respecto al calor oceánico, el aumento de nivel del mar, la pérdida de hielo marino antártico y el retroceso de los glaciares.
En general, la mayoría de las zonas terrestres fueron más cálidas que la media de 1991-2020, pero las noticias son alarmantes en especial para América Latina, donde se registraron temperaturas inusualmente cálidas, y en particular en extensas zonas de Sudamérica.
En cuanto a las temperaturas de la superficie del mar, algunas zonas registraron un calor excepcional en relación con la línea histórica, como en el caso del Golfo de México y el Caribe.
De julio a septiembre se hizo notar el fenómeno, con un nivel del mar por encima de la media, desde el Pacífico Tropical medio hasta las costas de América Central y del Sur, lo que influyó en los regímenes de lluvias regionales: condiciones más secas de lo normal desde el sur de México hasta el norte de Sudamérica y condiciones más húmedas de lo normal en partes de Chile. Así de acuerdo al informe de la OMM, las regiones con un marcado déficit de precipitaciones fueron el sudeste de Sudamérica, la cuenca del Amazonas y gran parte de Centroamérica.
El impacto climático, y sus fenómenos extremos asociados, no dieron tregua a las economías de los países. La mayor pérdida económica registrada por un solo evento en 2023 fue la causada por el huracán Otis, que azotó la costa del Pacífico de México a finales de octubre, provocando al menos 47 muertos y 32 desaparecidos. Solo ese episodio causó una destrucción en Acapulco y sus alrededores con pérdidas económicas estimadas en unos u$s15.000 millones.
El impacto en Sudamérica y la Argentina
Las largas sequías se intensificaron en muchas zonas de Centroamérica y el norte de Sudamérica, entre las más afectadas se encuentra el norte de Argentina y Uruguay, donde las precipitaciones de enero a agosto fueron entre un 20% y un 50% inferiores a la media de esa región de nuestro país.
En Uruguay, un hecho largamente difundido por los medios argentinos, las reservas de agua alcanzaron niveles increíblemente bajos, poniendo en peligro el abastecimiento de los principales centros, incluido Montevideo.
Incluso ocho estados brasileños registraron las precipitaciones más bajas de julio a septiembre en más de 40 años, que llevó al río Negro en Manaos a alcanzar un nivel mínimo histórico desde que iniciaron las observaciones en 1902.
En 2023 pasó, pero aún enfrentaremos las consecuencias a nivel económico, ya que se estima que las condiciones de sequía provoquen un descenso del 15% en la producción de cereales del campo argentino en comparación con la media quinquenal.
Un escenario adverso que se repite en todo el ciclo de cultivo del maíz en América Central y en las zonas septentrionales de América del Sur, donde el déficit hídrico y las altas temperaturas redujeron tanto la superficie de siembra como los rendimientos, con repercusiones negativas agravadas, en particular, para los pequeños agricultores y los hogares más vulnerables.
Datos principales del informe de la OMM
- 2023 fue el año más cálido jamás registrado.
- Las concentraciones de los tres principales gases de efecto invernadero: el carbono dióxido, metano y óxido nitroso, alcanzaron niveles récord niveles observados.
- El nivel medio global del mar alcanzó un nivel récord.
- La extensión del hielo marino en la Antártida alcanzó un récord mínimo absoluto.
- El conjunto global de glaciares de referencia para el sistema hidrológico experimentó una pérdida de hielo récord. Los glaciares de Suiza perdieron alrededor del 10% de volumen en los últimos dos años.
- Las condiciones meteorológicas extremas siguieron provocando graves problemas socioeconómicos.
- Por la falta de seguridad alimentaria, se agudizó el desplazamiento de población.
- Las poblaciones de peces seguirán siendo motivo de creciente preocupación, ya que el clima y los peligros climáticos exacerban la situación en muchas partes del mundo.