Uno de los protagonistas fue el asesor letrado de la municipalidad. Otro de los casos, fue un matrimonio que llevaba a su hijo con dolor de muelas. “Estamos cansados de este nivel de violencia”, manifestó a Mi Valle uno de los médicos.
La de anoche fue realmente una noche “de miércoles” para los trabajadores del Hospital Illia. Hubo gritos, amenazas y forcejeos. Uno de los protagonistas fue el asesor letrado de la municipalidad, y otro de los casos estuvo en manos de un matrimonio que llevaba a su pequeño hijo. En ambas situaciones, todo se tornó violento y preocupante. No solo preocupante por el hecho en si, sino por la continuidad de situaciones de este tipo a las que aún no se le encuentra solución.
Lo del funcionario municipal dejó sin palabras a todos. “El Dr. Villar llegó con un familiar me parece que era, y el chico tenía un fuerte dolor abdomimal. Entró prepotente, de mala manera y chapeando. Trató mal a todos tanto a médicos, como al policía y a los guardias de Seguridad. A los gritos exigiendo atención “ya”. No quiso esperar en la Sala de Espera y se metió de golpe a los consultorios, y cuando lo quisieron sacar se puso peor. Antes de salir se volvió a discutir con uno de los guardias y hasta le pegó un codazo”, explicó un testigo anodadado por la situación.
Esto ocurrió pasadas la una de la mañana, y alrededor de las 3 y media otra situación violenta puso en vilo a los profesionales y trabajadores del nosocomio. Llegaron los padres de un niño de unos 5 años con dolor de muelas “que no querían esperar. Agredieron a un médico, a los guiardias y a la Policía. Hasta pasó que el padre, en el forcejeo, le rompió la remera a uno de los guardias”, explicó otro testigo.
“Estamos cansados de este nivel de violencia”, manifestó a Mi Valle uno de los médicos.