Se desarrollaron el 17 y 18 de febrero, las dos jornadas con temperaturas más bajas de febrero.
A pesar de que ambos días hizo mucho frío (a tal punto que el sábado se dio la primera helada del año en pleno verano), la gente supo ponerle el calor que hacía falta a los clásicos carnavales de Los Cedros que vienen desarrollándse desde hace 12 años.
Con más de 850 bailarines en escena, comparsas de distintas partes de la provincia supieron darle movimiento hasta la madrugada a la clásica fiesta que se lleva adelante cada año en la avenida principal del pueblo.
“Tuvo muy frio pero muy lindo, hubo mucha gente. Se agregaron más de 110 bailarines más. A las cinco de la mañana terminaron en cada noche porque hubo cierre bailable”, relató a Mi Valle el jefe comunal Hugo Suárez.
Por otra parte reflexionó que la gente acompañó “como siempre. Quemamos el Rey Momo con muchas precauciones porque justo la segunda noche se levantó viento. La gente se divirtió muchísimo. Hace dos años que se desdobla el festejo por la cantidad de comparsas, y cada vez son más las que nos llaman para participar”, cerró el titular del Ejecutivo asegurando algo que las mismas estadísticas aclaran ya que desde hace varios años el Carnaval de Los Cedros es el más grande de la región.
¿Por qué se quema el Rey Momo en el Carnaval?
Desde las tradicionales fiestas paganas de hace más de 5.000 años, la aparición de Momo, considerado el dios de la burla, amo de la sátira y la ironía y rey de los carnavales, significa el comienzo de ese festejo. Y su quema simboliza el cierre de carnaval.










