Johanes un joven de barrio El Cañito, en Alta Gracia, que hace poco más de un mes sufrió un trágico accidente cuando explotó una garrafa en su hogar. Su vida cambió por completo en cuestión de segundos. La explosión lo arrojó contra una pared que se derrumbó sobre él, causándole severas quemaduras, lesiones internas y múltiples fracturas. Sin embargo, hoy, gracias al esfuerzo médico, el apoyo familiar y su espíritu inquebrantable, Johnny avanza en un proceso de recuperación que muchos definen como un verdadero milagro.
María, su mamá, habló con Mi Valle Medio y compartió la difícil experiencia que están atravesando:
“Cuando él sale del accidente, en la ambulancia todavía hablaba, decía que estaba bien. Pero al llegar al hospital colapsó. Lo entubaron, estaba muy quemado y fue muy difícil entubarlo. Despertó solo, en terapia intensiva, sin entender qué había pasado.”
Una de las decisiones más duras que tuvo que tomar María fue mostrarle a Johnny su rostro por primera vez después del accidente:
“Fue devastador para él. No sabía que había perdido la casa ni que su cuerpo había sufrido tanto. Pero poco a poco, con tratamiento, medicamentos y mucha contención, fue saliendo adelante. Hoy sonríe, habla, camina. Es un milagro”, expresó emocionada.
Las heridas físicas todavía son profundas: quemaduras en el rostro, espalda, ambas manos (especialmente la derecha), lesiones internas y un largo tratamiento de fisioterapia que incluye uso de férulas, cremas especiales y protector solar de alta cobertura. Los médicos estiman que el proceso de recuperación total de la movilidad en las manos podría tomar un año.

Pero además del impacto en la salud, la familia lo perdió todo:
“Nos quedamos sin casa. Estamos viviendo de prestado gracias a la solidaridad de la gente. Nos han donado ropa, comida, lo que tenían. Quiero reconstruir mi casita en el terreno que es mío. Necesitamos de todo: desde un inodoro funcional, hasta chapas, ventanas o una puerta”, cuenta María, con la esperanza intacta.
Para quienes quieran colaborar, María dejó su número de teléfono: 3547-545618. También reciben donaciones en la dirección Padre Grenón 72, gracias a la generosidad del señor Norberto Cohen que les brindó un espacio temporal.
Johan es símbolo de lucha, y María, de entereza. Hoy, madre e hijo necesitan una mano solidaria para volver a levantarse. La vida les dio una nueva oportunidad, ahora buscan reconstruir su hogar.
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