Bronca e indignación de una vecina en Alta Gracia. Sin pelos en la lengua afirma que elevará la denuncia a otros ámbitos.
Viviana Míguez, vecina y comerciante de la ciudad de Alta Gracia, vive horas de angustia, impotencia y frustración tras haber sido víctima de un robo en su local comercial ubicado en Reinaldo Luppi 18, en la zona conocida como “Las Cinco Esquinas”. No es un hecho aislado: forma parte de una serie de delitos que vienen afectando al barrio y generan creciente alarma entre comerciantes y vecinos.
“Llegué esta mañana y me encontré con las puertas abiertas. Entraron durante la madrugada. Me siento ultrajada, usurparon mi lugar, mi trabajo, lo que con tanto esfuerzo logré construir”, relató Viviana, aún con la voz quebrada por la bronca y el impacto emocional.
Según explicó, el hecho ocurrió a las 2 de la mañana. Tres personas fueron captadas por las cámaras de seguridad del comercio. Forzaron una puerta de vidrio y se llevaron dinero en efectivo, bebidas blancas, latas de cerveza, un equipo de música y hasta alimentos.
Sin respuestas ni contención
Pero el hecho delictivo fue apenas el comienzo de una cadena de desprotección que, según denuncia Míguez, deja en evidencia el abandono estatal. “Hice veinte llamadas al responsable de seguridad de la ciudad, Agustín Saieg, y jamás me respondió. No puede estar en ese cargo alguien que ni siquiera atiende el teléfono”, acusó.
Pese a que entregó el material fílmico, Viviana expresó que no hay avances ni señales de investigación concreta. “Hicimos la denuncia, sí, ¿pero para qué? A la verdulería de al lado también la robaron hace dos días. ¿Vinieron a hacer algo? Nada”, dijo.
Criticó además el programa “Ojos en Alerta”, que considera solo un gesto vacío: “Parece que lo pusieron para señalar los negocios a los delincuentes. No hay control, no hay presencia. Nos sentimos entregados”.
Miedo, abandono y organización vecinal
“Estamos pensando entre comerciantes dormir en los locales, porque de noche esto es una boca de lobo. No hay luces, no hay domo, y la zona tiene más de diez comercios, una escuela de turismo y una fábrica de empanadas. Todo muy transitado, pero sin seguridad real”, reclamó.
Viviana es también una referente social: fue parte de gestiones vecinales y actualmente es secretaria general en comisiones del Congreso Argentino Internacional. Desde ese lugar, ya articula acciones con comerciantes para presentar una nota formal al municipio y a la Provincia, exigiendo medidas urgentes.
“Esta mañana se acercaron muchos vecinos y comerciantes a solidarizarse. Vamos a elevar un reclamo conjunto. No podemos seguir trabajando con esta inseguridad a cuestas”, advirtió.
Zona caliente
La comerciante detalló que en apenas dos días ya hubo múltiples robos en la zona. “Hace dos años le pegaron un tiro a una mujer en un comercio a media cuadra. Hace 25 días robaron en otro. Hace dos días fue la verdulería. Hoy me toca a mí. Mañana, ¿quién?”.
También denunció la falta de patrullaje efectivo: “Todos los móviles a la mañana están parados en el óvalo, con los conductores usando el celular. Si tengo que aportar pruebas, las tengo”.
Viviana no solo está enojada: está decidida. “No me voy a callar más. Nadie nos cuida. Mientras ellos hacen pantallazos para las fotos, nosotros estamos a la deriva”, finalizó.