Mama Antula tiene su escultura en el Paseo de Héroes de Alta Gracia

El escultor Julio Incardona, cuenta a Mi Valle cómo surgió este proyecto.

Mamá Antula cobra vida en las manos del escultor Julio Incardona. En esta oportunidad, el escultor y artista plástico cuenta a Mi Valle cómo surgió este proyecto.

Ella en realidad, retorna. Realicé la escultura en el 2016 para la beatificación. La llevamos al monte santiagueño, por Sumampa, Loreto, Villa Silípica de donde es nativa, luego la dejé de préstamo, para que se difunda la obra de ella, y ahora, la volví a traer al taller para poder hacer el molde” dijo Julio para Mi Valle.

Es una héroe de la pre-patria, cuando se empezó a crear la idea de independencia, de la patria que se estaba gestando. Su obra es muy importante, incluso Brochero toma de ella sus ideas ” agregó.

Cuando las personas visitan nuestro parque temático tratamos de que conozcan la letra chica de la historia, esa historia que muchos no cuentan” destacó.

Con respecto a su participación en Colectividades “este festival me cambio la perspectiva. Descubrí que los niños necesitan aprender a modelar con barro. El barro se convierte en un celular orgánico, dejan de lado los dispositivos, las redes y se conectan con lo natural” agregó.

Participaron cientos de niños en esta actividad que realizamos en Colectividades. Esta actividad la vamos a llevar a otras localidades ahora. Los padres estaban admirados. El arte nos da la oportunidad que nuestras manos se conviertan en la extensión del alma” resaltó.

En relación a sus nuevos proyectos para este 2024 “ tengo la intención de retomar mi camino como fisioterapeuta, combinando la salud con el arte. Destinado para jóvenes y adultos, vamos a dictar capacitaciones sobre postura y bienestar corporal, donde podrán trasladar su postura a una escultura de su propio cuerpo. Tendrá un año de duración. El enfoque será sentir el cuerpo y trasladarlo al barro” agregó.

Esta escultura hiperrealista se puede disfrutar en el “Paseo de Héroes” de la ciudad de Alta Gracia.

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SOBRE MAMÁ ANTULA:

Nacida en 1730 en Santiago del Estero, Argentina, la vida de María Antonia de Paz y Figueroa estuvo marcada por la vocación religiosa desde una temprana edad. Según el Vaticano, fue fundadora de la casa de los ejercicios espirituales de Buenos Aires.

Con apenas 15 años, emitió sus votos en la Compañía de Jesús, donde comenzó una vida retirada junto a sus pares, a quienes se las conocía como beatas. Allí se dedicó a educar niños, cuidar enfermos y asistir a los más pobres y vulnerables.

“Las beatas eran mujeres que vivían en sus casas, pero María Antonia sale de su casa y emprende un camino por todo el país, algo impensado en la historia latinoamericana”, explican José Torres de Argañaras y Damián Abregu, integrantes de la Familia Mama Antula, un grupo de fieles que le son devotos.

Mama Antula murió el 7 de marzo de 1799, fecha en la que se celebra su fiesta litúrgica, y sus restos descansan en la Iglesia de Nuestra Señora de la Merced, en Buenos Aires. “Es la patrona de las mujeres emprendedoras argentinas.

Su nombre y la fama de sus actos comenzaron a crecer a partir de 1767, cuando el rey Carlos III de España expulsó a la Compañía de los territorios de la Corona. En ese marco, y a sus 37 años, tomó la decisión de continuar organizando cursos de ejercicios espirituales, una práctica fundamental para los creyentes de una época en la que los jesuitas pasaron a ser muy mal vistos tras la decisión real.

Según la creencia popular, sus iniciativas surgieron a partir de una epifanía que la llamó a continuar con su misión. Desde entonces, adoptó su nombre religioso: María Antonia de San José.

A partir de allí comenzó a llevar los ejercicios espirituales a distintas provincias del actual norte argentino, como Catamarca, La Rioja, Jujuy, Salta y Tucumán, que en aquel momento eran parte del territorio colonial. “Donde ella daba ejercicios, todas las clases sociales se mezclaban y vivían armónicamente y en paz”, cuentan Abregu y Torres de Argañaras.