La situación se produjo en medio de la tensión que vive el intendente con los gremialistas del Suoem por la paritaria. Después de una semana conflictiva, los próximos días podrían ser iguales.
En medio de la tensión que se vive en Córdoba entre el intendente de la ciudad, Martín Llaryora, y el gremio de los estatales municipales por la paritaria 2022 este domingo se vivió una situación compleja. Durante la vuelta ciclística, el evento que había promocionado la gestión llaryorista con una recorrida por toda la ciudad, irrumpió un grupo de manifestantes del sindicato y se generó un conflicto con participantes y con la policía que terminó deteniendo a dos integrantes del Suoem.
Tras los incidentes y el accionar de las fuerzas de seguridad terminaron detenidos un inspector de la policía municipal y un integrante del área de Capital Humano del Municipio; situación que derivó además en una fuerte crítica de miembros del Suoem y de otros sindicatos locales por lo sucedido mientras se cumplía un nuevo aniversario del Cordobazo (29 de mayo de 1969).
Con respecto al conflicto actual, el gremio viene reclamando un aumento del 30% y el argumento por parte del titular del sindicato, Rubén Daniele, es que “el Municipio tiene los fondos para hacer frente al incremento salarial”.
En tanto, desde el Palacio 6 de Julio y después de más de una semana de tensión con distintas marchas en las calles, atención resentida en las reparticiones municipales y de cara a más protestas en los próximos días, se mantiene el hermetismo. Las negociaciones son encaradas por el área técnica del gabinete llaryorista -el secretario de Economía, Guillermo Acosta; y la secretaria general, Verónica Bruera- y la indefinición se trasladó para los primeros días de junio. Si a fines de esta semana, no se destraba la discusión, el cierre del primer semestre en la relación entre el intendente y uno de los gremios más duros de la provincia, podría empeorar.
Por lo sucedido hoy, el gremio ya tenía convocada a una reunión de delegados para este lunes y confirmaron a LPO que después de esto habrá una rueda de prensa para hablar sobre lo ocurrido en la vuelta ciclística. En tanto, este lunes habrá además más asambleas y para el martes se espera nuevamente una movilización por todo el centro para terminar en la explanada del Palacio 6 de Julio.
Todos coinciden con que el día clave será el jueves cuando Daniele -veterano sindicalista que atravesó todos los gobiernos desde el regreso de la democracia- encabece una nueva asamblea general para dar detalles y confirmar si hubo o no acuerdo con el Ejecutivo.
El veterano sindicalista retomó las riendas del gremio hace poco más de un mes y tras ser absuelto en una causa por incitación a la violencia que le había iniciado el antecesor de Llaryora, el radical Ramón Mestre. Y tuvo con todos los intendentes, a excepción de Luis Juez, una relación de fricción permanente.
Por su parte, el vínculo entre el sindicato y Llaryora pasó por un 2020 con una tensión similar a la actual, cuando el intendente impulsó recortes de horas extras y le dio lugar a dos modelos de trabajadores municipales que quedaron por fuera de la órbita del gremio: los promotores de convivencia y los servidores urbanos. Además de quitar el control de parte de la gestión que estaba en manos del sindicato.
Ahora, y después de una convivencia que fue con una tensa calma, el gremio apuesta a endurecer el reclamo. Sobre todo, porque sabe que se trata de un año clave para el intendente que apuesta a un lanzamiento provincial en el 2023.
Y donde cuya plataforma deberá contener mucho de inauguraciones de obras que Llaryora considera clave en sus aspiraciones a la gobernación; aunque sin descuidar la gestión. Ésa que el gremio puede complicar si no hay acuerdo.
Fuente: La Política Online