Llaryora ya definió los principales nombres de su gabinete, pero mantiene la incógnita de Seguridad

El nuevo gabinete de Córdoba tendrá como súper ministro a Guillermo Acosta, el economista formado en la Bolsa de Comercio.

Habrá una mega área de niñez y familia, a cargo de Liliana Montero. En Educación está confirmado Horacio Ferreyra y para Salud quien más chances tiene es Ricardo Pieckenstainer, director del Hospital Privado. Seguridad es la carta fuerte, pero el nombre del futuro titular está bajo siete llaves.

En medio de los incendios que azotan las sierras de Córdoba, situación que incluyó una evacuación de Juan Schiaretti mientras recorría la zona afectada, el próximo gobernador Martín Llaryora delinea su gabinete, una estructura que tendrá como súper ministro a Guillermo Acosta, el economista formado en la Bolsa de Comercio que lidera sus equipos técnicos y es de su máxima confianza.

Su área será el desarrollo productivo de la provincia, y resta definir si Finanzas, hoy a cargo de Osvaldo Giordano, mantendrá su rango o será parte del mega ministerio que comandará Acosta, de nula apetencia política, pero parte del círculo íntimo del gobernador entrante.

Liliana Montero, quien actualmente ocupa la Secretaría de Salud Comunitaria de la Municipalidad de Córdoba, tendrá a su cargo Infancia, incluyendo en su órbita la problemática de los menores en conflicto con la ley penal, un tema crucial por el contexto de pobreza de ese grupo.

No hay sorpresa en Educación: Horacio Ferreyra, actualmente titular de esa cartera en la Municipalidad, reemplazará a Walter Grahovac, el sindicalista que se convirtió en ministro y fue el más longevo de los gobiernos que rotaron Schiaretti y José Manuel de la Sota al perdurar en el cargo 15 años.

Llaryora apuesta a una fuerte renovación curricular, pero hay un horizonte de conflicto: en la UEPC, el gremio de los docentes, la izquierda ganó protagonismo en la última elección, por lo que vaticina un inicio de 2024 conflictivo, en el marco de un fuerte ajuste fiscal.

Aunque no hay confirmación, para Salud quien más chances tiene es Ricardo Piekesteiner, director del Hospital Privado, una entidad que gerencia el hospital para los empleados públicos y donde funciona el Instituto de Ciencias Biomédicas, una universidad privada enfocada exclusivamente en la formación de médicos.

Pieckenstainer será otra de las piezas clave: el sistema de salud cordobés está atravesado por una severa crisis producto del cierre de clínicas privadas en el vasto interior. La aplicación de la telemedicina será uno de los puntos centrales de la innovación que promoverá Llaryora.

Ante la presión del Tribunal Superior de Justicia, el gobernador electo dio por caída la posibilidad de fusionar Seguridad y Justicia, como se especuló en su entorno. Serán dos ministerios separados. En el caso de Seguridad, Llaryora estuvo en Estados Unidos recabando información sobre el uso de tecnología y de armas no letales, que serían provistas a las policías municipales, cuyo desarrollo será prioritario. Sin embargo, el nombre de quien estará a cargo se mantiene bajo siete llaves. Lo que sí se sabe es que la renovación del área será total: la seguridad es uno de los flancos vulnerables de la actual gestión y fue, durante la campaña, destino de los principales ataques de Luis Juez.

La conducción de Justicia desató una guerra entre los abogados llaryoristas, en particular entre Ignacio Segura, presidente del Colegio de Abogados, y Juan Manuel Cid, parte del entorno de Llaryora desde antes que éste fuese electo concejal en San Francisco, su ciudad natal. La revelación de los intereses de Segura en los dos gremios que están en guerra -limpieza, conducido por Sergio Fittipalidi, y recolección, por Franco Saillén- lo dejó fuera de carrera. Aunque no hay nombres para Justicia, en el entorno de Llaryora creen que se inclinará por un león herbívoro.

En el “darwinismo llaryorista” promovido por el jefe del peronismo que viene, un esquema en el que todos buscan adaptarse para sobrevivir, Victoria Flores (hija de Olga Riutort) será ministra de Ambiente. Su esposo, Miguel Siciliano, suena como jefe de la bancada legislativa, donde tendrá el fino trabajo de conseguir los votos que hoy Llaryora no tiene: la paridad entre oficialistas y opositores es absoluta.

En Agricultura continuará Sergio Busso; mientras que las actuales ministras Laura Jure y Claudia Martínez continuarán en el gabinete, pero no está claro con qué rango. Aunque no está en el radar, Trabajo es otro punto clave en un escenario que anticipa conflictos por la crisis: nadie descarta que Omar Sereno, el actual ministro, lo siga conduciendo.

En Gobierno suena el actual vicegobernador, Manuel Calvo; mientras que el actual ministro de Gobierno, Julián López, aparece en los borradores como ministro de Cooperativas.

Cooperativas no será un área decorativa: Llaryora apuesta a que sean estas instituciones, muy poderosas en el interior provincial, donde prestan servicios de electricidad, agua e internet, completen las obras de conectividad y de gas natural.

Resta saber qué destino tendrá el ex basquetbolista (y ex vicegobernador de Córdoba) Héctor “Pichi” Campana, hoy al frente de la Agencia Córdoba Deportes.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *