La Cámara en lo Criminal y Correccional de 11ª Nominación condenó a Daniel Miqueas (26) a diez años de prisión efectiva por privación ilegítima de la libertad doblemente calificada, sustracción y ocultamiento de una menor, y desobediencia a la autoridad, en un violento episodio ocurrido en diciembre de 2023 en Potrero de Garay y Santa Rosa de Calamuchita.
Según la sentencia dictada el 30 de junio de este año, el hecho comenzó el 9 de diciembre de 2023, cuando Nolasco interceptó a su ex pareja que caminaba junto a su hija de 4 años en un camino de Potrero de Garay dirigiéndose a la casa de una amiga. Pese a una orden judicial que le prohibía acercarse, el hombre la detuvo en la vía pública, la amenazó con matarla y, con un cuchillo, la obligó a subir a un colectivo rumbo a Santa Rosa.
Durante dos días, la joven y la niña permanecieron retenidas contra su voluntad en la vivienda. Allí sufrieron golpes, encierro y amenazas constantes. En una ocasión, el acusado las escondió en el baño para eludir un control policial. Incluso llegó a engañar al padre biológico de la menor, negando saber su paradero.
La investigación, iniciada por la denuncia de desaparición presentada por la hermana de la mujer, permitió que la Policía allanara el domicilio y rescatara a las víctimas el 11 de diciembre de 2023. Los informes médicos constataron lesiones leves en la mujer y ningún daño físico en la niña, aunque sí un fuerte impacto psicológico.
Durante el juicio abreviado, el hombre admitió los hechos y expresó “estar arrepentido”. El fiscal Marcelo Sicardi destacó la “contundencia de las pruebas” y pidió la pena mínima prevista por la ley, considerando la edad, la salud y el contexto de vulnerabilidad del imputado. La vocal María Gabriela Rojas Moresi homologó el acuerdo y ordenó el decomiso del cuchillo usado en el ataque.
Además de la condena, el tribunal dispuso que se brinde a Nolasco tratamiento psicológico y médico, y que sea trasladado a un penal de Misiones, donde reside la mayor parte de su familia.
Frases y puntos clave
- Todas las evidencias obtenidas por la fiscalía se alinean y apuntan sin contradicciones hacia la responsabilidad del acusado. No hay margen para interpretaciones alternativas: los hechos, tiempos, lugares y forma del delito están acreditados.
- El fiscal Diego Fernández fue quien llevó la investigación, recolectó pruebas, testimonios y ordenó medidas, lo que lo coloca como figura central en la construcción del caso.
- Con las pruebas reunidas, se ordenó un allanamiento para dar con la joven secuestrada y su hija, con resultado positivo: ambas fueron encontradas, confirmando sospechas de que estaban ocultas.
- La denuncia inicial vino de la hermana de Yanina, motivada por su desaparición y un antecedente de violencia familiar. A eso se sumó el testimonio de otro hermano, que ratificó el calvario que la Yanina estaba viviendo. Esto fortaleció la causa.
- La defensa técnica y el propio acusado aceptaron la validez de la evidencia en juicio abreviado, lo que implica renunciar a discutir la responsabilidad.
- Nolasco pidió ir al penal de Misiones, donde vive la mayor parte de su familia, y solicitó tratamiento psicológico, farmacológico y médico.
- El acusado reconoció el daño y su responsabilidad, aunque en un contexto donde ya había aceptado la condena.
- Durante la búsqueda, Nolasco dio un nombre falso a la policía para ocultarse y dijo que estaba en Misiones. Tras un allanamiento, se encontró a la joven y a su hija de 4 años en su domicilio.
- Contexto personal del acusado
- Asiste a cultos religiosos y busca cambiar, según el expediente.
- En prisión no consume drogas ni alcohol.
- Su familia vive lejos y apenas mantiene contacto con una hermana menor.
- Inició el consumo de cocaína y alcohol a los 16 años, tras la muerte de su abuela.
- Padre: subcomandante de la marina, fallecido.
- Madre: lo abandonó a los 2 años.
- Abusado sexualmente a los 13 años; tratamiento psicológico breve e interrumpido.
- Nunca pidió asistencia psicológica en libertad, pese a seguir afectado.