El seleccionado argentino de fútbol para ciegas, Las Murciélagas, hizo historia al consagrarse bicampeón mundial este fin de semana en India, reafirmando su liderazgo y el enorme crecimiento del deporte adaptado en el país.
En diálogo con Mi Valle Medios, Santiago Jugo, guía del equipo, expresó su emoción por este nuevo logro: “No podemos dejar de compartir esta inmensa alegría de que Argentina brille nuevamente en el fútbol, en este caso, en un deporte que crece en todo el mundo”.
Jugo destacó el altísimo nivel del torneo y el esfuerzo del plantel: “Fue un torneo excelente, con un nivel altísimo. Ganamos los cinco partidos sin depender de los penales, fuimos invictas y cerramos con un rendimiento deportivo impresionante”, señaló, en referencia a la revancha deportiva tras la experiencia en mayo.
El representante cordobés subrayó la importancia del trabajo planificado y colectivo, y el crecimiento sostenido del fútbol para ciegas: “Cada selección llega mejor preparada, más profesional. Eso nos obliga a seguir exigiéndonos y mejorando día a día”, afirmó.
En esta edición, cuatro jugadoras cordobesas formaron parte del plantel, dos de ellas protagonistas en la final. Jugo recordó con emoción el regreso de una futbolista que superó una dura lesión: “Le dije antes del partido que iba a hacer un gol, y lo hizo. Fue un momento increíble”, contó entre risas y orgullo.
Tras la consagración, el equipo fue recibido con una caravana multitudinaria desde el aeropuerto hasta el Club Municipalidad de Córdoba, donde los esperaban autoridades, familiares, amigos y una gran cantidad de vecinos. “Fue una locura total, algo que no esperábamos. Nos recibieron como verdaderas campeonas”, relató emocionado.
El guía también valoró el acompañamiento institucional y el crecimiento organizativo: “Hoy podemos concentrarnos en entrenar y competir, con apoyo, indumentaria oficial y logística organizada. Eso muestra cuánto avanzamos como selección y como deporte”.
Además de lo deportivo, Jugo destacó el espíritu de camaradería internacional entre los equipos participantes: “Más allá de los resultados, el crecimiento del fútbol para ciegas debe ser colectivo. Solo así se construye un deporte inclusivo y sostenible”, expresó.
Con la medalla dorada en el pecho y el corazón celeste y blanco, Las Murciélagas demostraron una vez más que el deporte adaptado argentino es sinónimo de esfuerzo, excelencia y pasión.
“Ojalá que sigamos teniendo esta sana costumbre de recibir a nuestros campeones, porque cada logro, cada viaje y cada esfuerzo merece ser reconocido”, concluyó Santiago Jugo, con la emoción de quien sabe que el sueño —una vez más— se hizo realidad.
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