El encuentro se realizó en la vivienda de un abogado cordobés, donde la segunda autoridad del país paró durante su estadía en Córdoba. Le mandatario provincial planteó que apoya la “gobernabilidad”, pero también divergencias sobre algunas iniciativas del Gobierno nacional.
La vicepresidenta Victoria Villarruel y el gobernador Martín Llaryora mantuvieron esta tarde una reunión de más de casi dos horas, en la vivienda de un empresario de Villa Allende, donde paró la segunda autoridad del país, durante su breve estadía en la provincia.
El encuentro fue solicitado por la vicepresidenta, quien el viernes por la tarde llegó a Córdoba. Unas horas después participó de la octava noche del festival de Doma y Folklore de Jesús María.
La reunión se realizó en la vivienda del abogado Emilio Viramonte, cónsul honorario de Suecia y Dinamarca. En la anterior visita a Córdoba, la ahora vicepresidenta de la Nación había parado en el mismo lugar, luego de llegar a la provincia en un vuelo de línea de la empresa estatal Aerolíneas Argentinas.
Llaryora concurrió acompañado por la vicegobernadora Myrian Prunotto y el viceintendente de Córdoba, Javier Pretto. No hubo fotos del encuentro.
Desde el Centro Cívico evitaron hacer comentarios sobre lo conversado entre la vicepresidenta y el gobernador. Distintas fuentes, de ambas partes, consultadas por La Voz, comentaron que la reunión fue en “muy buenos términos”.
Llaryora planteó cuestiones que viene sosteniendo de manera pública: respaldo a la gobernabilidad, pero se diferenció de algunas medidas que impulsa el Gobierno nacional, como por ejemplo, reponer las retenciones a algunas economías regionales.
Según una fuente que participó del encuentro, el gobernador habría planteado que está de acuerdo con la estrategia del Gobierno nacional de buscar un equilibrio fiscal. Aunque advirtió que eso no se debe hacer a costa del sector productivo.
“Si la economía se paraliza, será peor el remedio que la enfermedad”, es lo que viene diciendo Llaryora en público. Es lo que le transmitió a la vicepresidenta.
Por su parte, la vicepresidenta explicó algunas de las medidas que impulsa la gestión libertaria. En general, como todos los funcionarios nacionales se lo vienen pidiendo a los gobernadores, Villarruel también planteó que el Gobierno nacional necesita de respaldo político para sancionar leyes en el Congreso.
“La crisis del país es muy profunda y no se resolverá en poco tiempo. Hay medidas dolorosas, pero no queda otro camino para no repetir la historia de los fracasos de los últimos gobiernos”, habría sido el planteo general de la vicepresidenta, quien mañana por la mañana regresará a Capital Federal, ya que el lunes, a las 11, debe participar de la reunión del gabinete nacional.
En ese sentido, Villarruel le dijo a Llaryora que la gestión del presidente Javier Milei “necesita del respaldo de los gobernadores” a través de sus legisladores nacionales.
El mandatario cordobés reiteró que su apoyo a “la gobernabilidad”, pero le aclaró que los legisladores nacionales del PJ cordobés no avalarán ningún proyecto que vaya en contra de los intereses de Córdoba.
Luego de un encuentro que se prolongó más de lo previsto, ya que la intención de Llaryora era sólo pasar para darle una bienvenida “protocolar” a la vicepresidenta de la Nación, desde ambos entornos reconocieron que los dos gobernantes, que no se conocían personalmente, quedaron con una “grata impresión” del otro.
Quedó claro que la vicepresidenta impulsa contactos con los mandatarios provinciales para conseguir apoyo político. Algo que por otra vía viene haciendo el ministro del Interior, Guillermo Francos, quien el viernes pasado, se reunió con 10 mandatarios de Juntos por el Cambio. En esa reunión virtual también participó el ministro de Economía, Luis Caputo.
Fuente: La Voz del Interior