En medio de la crisis en la cúpula de la Policía, el ministro Mosquera reapareció y descartó su dimisión. Además, defendió la controvertida formación de los efectivos de la fuerza.
La muerte en una comisaría de La Falda del joven Jonatan Romo que se produjo hace casi dos semanas en Córdoba desató un nuevo escándalo en la Policía de la provincia que derivó en la salida de tres altos jefes de la institución y un acalorado pedido de renuncia al ministro de Seguridad, Alfonso Mosquera, por parte de la oposición.
Respuesta que no se hizo esperar y apareció en la mañana de este jueves en un acto con la presentación de nuevo equipamiento para bomberos, con la presencia del propio Mosquera encabezando el anuncio. Allí, el integrante del gabinete schiarettista más discutido de esta tercera gestión del gobernador, respondió con dureza a ese pedido de paso al costado: “Ni lo sueñen”.
“Este ministro no va a renunciar jamás. Quien reclama mi renuncia puede desgañitarse pidiéndola que no la va a tener. Por mis propias convicciones, temperamento y porque tengo una misión que me ha sido encomendada”, dijo Mosquera evidentemente molesto en plena rueda de prensa y ante la reiteración de las consultas acerca de la formación policial y de una posible dimisión suya en el cargo.
Desde el arranque de la tercera gestión de Schiaretti, Mosquera estuvo en el ojo la tormenta cuando fue promovido de Secretario de Seguridad al rango de ministro en una nueva conformación del gabinete y luego de que ésta saliera de la órbita del ministerio de Gobierno que hasta finales del 2019 comandó el ultraschiarettista Carlos Massei.
“Este ministro no va a renunciar jamás. Quien reclama mi renuncia puede desgañitarse pidiéndola que no la va a tener. Por mis propias convicciones, temperamento y porque tengo una misión que me ha sido encomendada.“
Con la nueva conformación, Massei pasó a Desarrollo Social, Facundo Torres asumió en Gobierno y Mosquera quedó como ministro de Seguridad. Sin embargo, tres crímenes en plenas restricciones por coronavirus en manos de la Policía en el 2020 -José Ávila, Blas Correas y Joaquín Paredes- pusieron en discusión la continuidad de Mosquera en el cargo. Quien, a pesar de varios pedidos de la oposición y también de funcionarios del oficialismo, resistió.
Ahora, tras los cambios en la Policía a finales del 2020 que terminaron con Liliana Zárate Belleti como la primera mujer en comandar la fuerza, las críticas volvieron a posarse en la seguridad, el rol de la fuerza y el desempeño de Mosquera al frente del cargo.
Este jueves se conoció un pedido de los legisladores provinciales del radicalismo que lanzaron un duro comunicado. “Exigimos la inmediata renuncia del ministro de Seguridad, Mosquera. No podemos esperar ni una muerte más, ni un minuto más”, manifestaron en el comunicado del bloque que lidera el negrista Juan Jure, pero que además integran mestristas y deloredistas.
Como respuesta a esto, el propio Mosquera dijo este jueves que “en Córdoba hay agentes de la grieta, y nosotros no respondemos agravios de ninguna naturaleza. Y este ministro no va a renunciar jamás a sus responsabilidades”.
La muerte de Romo en La Falda, un joven que estaba sufriendo una crisis producto de adicciones, de acuerdo con lo que dijo la propia familia, terminó con el apartamiento de la fuerza de Julio Faría de la Dirección de Recursos Humanos de la Policía; de Diego Bracamonte, ahora exjefe de la departamental Punilla Norte; y de Marcos Manrique, a cargo del entrenamiento profesional permanente.
Sin embargo, ninguno de los tres fue imputado hasta ahora por el fiscal del caso Romo, Raúl Ramírez, y el propio Faría salió a cuestionar la formación de los efectivos de la Policía. Como así también la infraestructura de la fuerza.
Julio Faría de la Dirección de Recursos Humanos de la Policía afirmó que cuatro de cada diez policías no superan las pruebas de tiro y que más del 60% no supera el apto físico. Mosquera lo acusó de mentiroso.
Algo que fue contrariado este miércoles por Ariel Lecler, subjefe de la Policía; y ahora por Mosquera, quien sostuvo que los dichos de Faría “son una falacia”.
El extitular de Recursos Humanos había dicho a comienzos de semana que cuatro de cada diez policías no superan las pruebas de tiro y que más del 60% no supera el apto físico.
“Se han suscitado situaciones que me resultan incomprensibles. Se puso en tela de juicio, en una generalización al conjunto de la Policía de Córdoba. Eso es una falacia absoluta. La institución policial merece respeto y consideración porque es una de las mejores equipadas en todo el país”, dijo Mosquera, visiblemente molesto.
Fuente: Gabriel Silva para LPO