La mitad de los alumnos que egresan del colegio primario en la provincia no alcanzan los niveles básicos de conocimiento

El informe presentado por la organización Argentinos por la Educación publico un informe sobre el nivel que alcanzan los estudiantes antes de ingresar al nivel medio.

En un año electoral se van a escuchar muchos discursos donde pongan principal atención en la importancia que debe tener el sistema educativo, su revaloración, el trabajo docente y la infraestructura que se debe mejorar.

Este relato contrasta hace décadas con deterioro en todos esos factores, una educación que refleja la improvisación, sosteniendo en gran parte un trabajo sobre la urgencia del momento, dejando de lado la proyección de un programa a mediano y largo plazo.

Caer en la trampa que los porcentajes publicados en el informe de la ONG Argentinos por la Educación, son el resultado de una sola causa, es una simplificación absoluta de un problema diverso, profundo y multicausal.

Los números que arroja la cohorte 2016-2021 de estudiantes que terminan el ciclo primario, solo superan el 50% sobre niveles satisfactorios de Lengua y Matemática, dos distritos CABA y la provincia de Córdoba. En el primero se alcanzó el 63% mientras que en nuestra provincia se llega al 56%.

En contraste con estos niveles satisfactorios alcanzados por estudiantes que cumplen no solo con los conocimientos, sino también alcanzarlos en las edades programadas por el sistema educativo, es que cuando se compara con la cantidad de estudiantes que logran pasar de grado, los números son casi perfectos. Demostrando que más allá de obtener o no los conocimientos, el curso por las aulas no se detiene.

Sobre esta realidad, docentes que habitan las aulas del Valle de Paravachasca brindaron sus miradas sobre este fenómeno, Cecilia docente de nivel inicial destaca sobre la base de recolección de datos que son las pruebas Aprender se pone el foco al armar las evaluaciones, donde apuntan al pensamiento crítico y reflexivo. Está perfecto, pero que en muchos casos no es lo que las docentes fortalecen en el aula, sobre todo en aquellas provincias con un diseño curricular y una formación docente más tradicional”.

Al mismo tiempo, no deja pasar por alto una realidad que fue excepcional durante la cohorte analizada, “no podemos quitarle peso a la pandemia, los datos son de 2021, justo luego de un año y medio de no presencialidad o presencialidad acotada”, sobre este punto la Organización muestra informes anteriores que no presentan porcentajes muy diferentes.

Franco, otro docente que de Paravachasca, destaca que “las cifras son objetivas, pero deben ser analizadas en un contexto, el recorte en el presupuesto de educación a nivel nacional, sobre todo durante el periodo que se está analizando, la deteriorada infraestructura escolar, los ciclos de pobreza, el rol docente y su situación de precariedad laboral y salarial, es la suma de factores que contribuyen a estos resultados”.

La percepción de María Elisa, profesora de nivel medio, brinda una mirada como receptora de estudiantes egresados de nivel inicial, haciendo la salvedad que es una percepción desde el universo que contienen las aulas donde brinda clases, “es cierto que hay casos de estudiantes que ingresan al nivel medio sin saber leer o escribir, deben ser iniciados a esa edad en la lectoescritura. Esto hace que el problema se multiplique, porque los docentes de nivel medio no fuimos formadas para enseñar a leer y a escribir, sino a trabajar con estudiantes que ya tengan esos conocimientos”.

Al mismo tiempo, destaca que “hay una clara flexibilización del Ministerio de Educación de la provincia para que estudiantes cumplan con los tiempos de los procesos y no tanto en forma”, como explicación del alto porcentaje que logra ir pasando de grado, a pesar de no obtener los conocimientos básicos.

Sobre este tema, las diferentes voces sostiene que el sistema de repitencia es obsoleto en la medida que la única vía para asentar conocimiento sea solo que los estudiantes repitan el ciclo, sin ninguna variación, es decir, “lo hacemos pasar por el mismo grado, sin mejorar las condiciones que hicieron que ese chico no absorba los conocimientos, esto profundiza la frustración logrando en muchos casos la salida del sistema educativo”.

El tema de la educación, sus resultados, pero sobre todo su proyección, deben instalarse como agenda central en un país que tiene perspectivas de superación, lo cierto es que las pruebas empíricas, hasta ahora, muestra una tensión entre el discurso dirigencial y los resultados obtenidos.

No es casual que los dos distritos con más ingresos per cápita del país, CABA y Córdoba, obtengas los porcentajes más altos de conocimiento, aunque insuficientes, esto quizás muestra el primer peldaño que se debe atender, la igualdad de condiciones para niños y niñas que inician su formación.

Nadie es responsable de forma exclusiva, dejando en claro que hasta el momento funcionarios, docentes y gremios son parte del problema, al mismo tiempo qué actores principales para lograr revertir esta situación, quizás es momento que el dedo acusador deje de trabajar apuntando al culpable y encontrar en la “ocupación” genuina de todas las partes una revalorización de nuestro sistema educativo.