La visita del ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, a la provincia de Córdoba y más precisamente a Villa María, tiene implicancias no solo en términos de anuncios de su área, sino también en lo político, en primer lugar porque significó un apoyo importante a la causa que lidera Martín Gill; en segundo lugar porque se trata de la provincia donde el peronismo nacional tiene más dificultades para construir alternativas, con un peronismo local sino hostil al menos si poco permeable para estas posibilidades; y en tercer lugar porque permitió observar al ojo prevenido de que lo que se movió alrededor del ministro nacional no sólo fue el gillismo sino también de otro sector del peronismo cordobés, también en etapa de construcción, que reporta directamente a Massa, y que cada vez parece más significativo.
Por un lado, la elección de que la visita del ministro más fuerte de la gestión nacional sea a Villa María, con un paquete de medidas de trascendencia nacional para el sector tambero y el campo en general, no es casual; porque se trata de la provincia de Córdoba, cuando podría haber sido Santa Fe, y porque no fue previsto un rol central para los representantes del gobierno provincial, cuando se trataba de un anuncio que excedía largamente lo local; pero si además se le suma que el día anterior también se registró en Córdoba la llegada del ministro de Transporte (que también responde al massismo) para la presentación de máquinas locomotoras restauradas totalmente en la ciudad capital, y que en esa actividad tampoco hubo presencia destacada de funcionarios del peronismo de Córdoba, claramente se puede definir que se trata de actividades que sobrepasan la mera gestión, con un alto contenido político, debido a las pretensiones presidenciales de Massa.
Por otro lado, y en relación a lo mencionado en el primer párrafo, el dato solapado de este despliegue massista en tierras cordobesas, es la presencia en ambas ocasiones del secretario de Articulación Interjurisdiccional de Transporte, Marcos Farina. El riocuartense, que supo integrar el gabinete del ex gobernador José Manuel de la Sota y que actualmente se desempeña en la funciona nacional, aparece cada vez con más énfasis como referencia massista en tierras cordobesas. En los últimos tiempos, Farina se convirtió en el nexo para la llegada de funcionarios nacionales a estas latitudes, hecho a destacar considerando la ausencia de estos durante los primeros años de la gestión albertista.
Con los tiempos electorales cada vez mas cerca, consultadas las correspondientes fuentes massistas confirman que «Marcos Farina, junto a la agrupación que conduce, La José Manuel, buscan marcar el paso en la provincia de Córdoba levantando las banderas del massismo»; las preguntas pendientse serían qué rol jugará ese sector en la elección provincial, si se acercará al Frente de Todos, acompañará a Martín Llaryora en la campaña para la gobernación o se mantendrá prescindente; y finalmente que perspectivas se estarán trazando para 2024 en Río Cuarto y si están previendo acompañar a las pretensiones de su madrina política, Adriana Nazario, de ser candidata a Intendenta, aunque en ese caso habría que volver al punto anterior, porque Nazario ya anunció su apoyo para la gobernación al candidato de Hacemos por Córdoba; después de todo nadie dijo que los caminos de la política fueran tan simples y plagados de bifurcaciones complicadas.
Fuente: Politica Córdoba Verdad