El proceso judicial está en curso. Se trata de una niña de 12 años que fue abusada por su padrastro con quien vive desde los 4.
Desde este lunes, en la Cámara V de Tribunales II se desarrolla el juicio por el caso de abuso de una niña de 12 años oriunda de Malagueño, que fue víctima de su padrastro, con quien convivía desde los 4 años. En diálogo con Mi Valle, Griselda, su tía paterna, cuenta de qué manera se enteraron de lo que estaba ocurriendo, cómo esta la menor ahora y cuales son las expectativas que tienen en torno al juicio. Este miércoles se leen los alegatos y en algunos días más se sabrá la sentencia.
¿Cómo se dan cuenta de lo que ocurría? ¿De qué manera se da este proceso?
Nosotros radicamos la denuncia el 29 de noviembre del 2021, la nena ese día estaba citada con la psicóloga junto con mi hermano, porque ella le había confesado a la psicóloga lo sucedido. Cuando mi hermano se entera, hacemos la denuncia en el Polo de la Mujer ese mismo día y al otro día nos presentamos a la Fiscalía de Carlos Paz para que lo pudieran apresar a este hombre y empezar con este camino. Si bien la nena desde los cuatro años está con su mamá porque ahí fue cuando se separaron ellos, ella automáticamente se fue a vivir con este hombre. Al principio era todo normal, pero en el último tiempo había algunas señales…a ella se la veía rara, por ejemplo. Este último año ella estaba como muy nerviosa y fue en esa época de pandemia donde mi hermano la tenía una semana y una semana la tenía la madre. A ella se la vio en este último tiempo muy nerviosa, sobre todo cuando tenía que irse, ahí estaba muy angustiada. Ella tiene un hermanito por parte de madre con su padrastro, y sufre muchísimo por él porque ella vivió muchas cosas de chiquita. Nosotros desde que tiene cuatro años siempre estamos presentando el caso en Tribunales de Familia con certificados, tanto por las llamadas de atención del colegio, por las faltas que tenía, como por las condiciones de higiene que ella presentaba, certificados médicos, por la manera en que ella llegaba acá a la casa de mi hermano. Sabíamos que después del 2021, me recuerdo muy bien ese día que estaba tan angustiada por lo del chiquito Lucio Dupuy y el otro día lo estaba viviendo en carne propia esta situación de lo que estaba pasando a mi sobrina. Yo creo que también eso nos sirvió mucho porque creo que a partir de ese momento toda la Justicia, por la manera en que se maneja hoy este tema… lamentablemente son muchos casos. La nena contó todo con gran dolor y todo esto por supuesto le sigue doliendo, y va a ser algo que va a llevar toda su vida. Lo que a nosotros nos desespera además de la situación en si, es que las veces que sufrió este abuso siempre le avisó a su mamá y su mamá nunca le ayudó entonces eso también nos pesa y nos revuelve en la panza porque ella nunca mostró interés y nunca le creyó a la nena, nunca, hasta actualmente. Hoy lo tenemos al imputado ya en juicio, esperamos que se logre una buena condena, porque eso es lo que se merece.
¿O sea que ustedes suponen que esto ocurría desde tiempo antes? ¿Qué pasó cuando hicieron la denuncia?
Nosotros pensamos que fue alrededor de que ella tenía 10 o 11 años. El proceso nosotros nos llevó un año y medio. Por eso yo digo que después de esa época las leyes cambiaron y todo se agilizó bastante, porque he escuchado otros casos que tardan muchísimo. Es más, que siguen viendo al agresor en la calle. Después que hicimos la denuncia, al otro día fuimos a Fiscalía y el 30 de noviembre al imputado lo apresaron. Y desde ese momento que está preso. Igual, el único imputado es él, el padrastro. Nosotros pensamos, por todo lo que hemos leído, por lo que hemos escuchado, por lo que hemos estado en esto, pensamos que la madre ha sido hasta cómplice. Porque después de que ella sabía lo que estaba pasando se la seguía dejando sola. Nunca la escuchó.
¿Cuánto hacia que ella le venía diciendo a la madre supuestamente lo que ocurría?
Desde el momento que fue el primer abuso, pensemos que ha sido cuando ella tenía 10, 11 años, desde ese primer momento, en cada situación que ella pasó, le dijo a su mamá. La nena tiene un certificado de discapacidad porque tiene dislexia. Ella, desde 7, 8 años aproximadamente, viene con centros interdisciplinarios, con profesionales que la acompañan. Por ahí no maneja mucho el tema de los tiempos, por eso no podemos hablar con exactitud de decir más o menos desde qué época fue.
¿Cómo está hoy?
Desde ese preciso momento ella se quedó con su papá y ella entendió en ese momento que podía cambiar su vida y bueno, realmente lo utilizó así, utilizó esa arma y cambió su vida en un montón de aspectos. Tuvo que aprender a un montón de cosas, por ejemplo el tema de la higiene, otros comportamientos, otros hábitos que por ahí ella no tenía marcados y bueno, pudo cambiar todo eso que le favoreció mucho para tener más personalidad, a poder relacionarse con sus pares. Obviamente hay traumas que va a seguir teniendo y no va a superar, pero la llevamos… la llevamos con mucho amor, sobre todo. Hay momentos en los que está muy angustiada, sobre todo por su hermano porque piensa que está viviendo lo que ella vivió. Hay momentos que se angustia mucho, hay momentos que tiene pesadillas, muchos miedos. Pero bueno, ahí la estamos llevando, como digo, ella sigue con su centro interdisciplinario, con todas estas profesionales que son de mucha ayuda para ella y bueno, acá con toda la contención de la familia y también apoyándolo, bueno a mi hermano porque mi hermano siempre fue un padrazo, siempre estuvo mucho para con ella. Así que bueno, apoyándolos a ellos.
¿Que expectativas tienen en torno al juicio?
Agradecemos mucho tanto a la Fiscalía de Carlos Paz donde se inició toda esta investigación como a la Cámara V, toda la buena atención, la buena predisposición, la buena contención y esperamos que se llegue a tener una buena sentencia, una buena condena, realmente eso es lo que más queremos, que esto pase, más allá de que nada nos va a curar el dolor, pero bueno, eso es lo que más queremos. Para nosotros también la madre tendría que estar sentenciada, para nosotros actuó como cómplice y se da a conocer después con los hechos de cómo ella actúa, porque nunca fue al juicio, ella tenía un régimen de visita de venir a verla, nunca vino, automáticamente al otro día cuando hicimos la denuncia, ella al otro día le manda la ropa del colegio en un remis, como diciendo “bueno, chau”. Y la nena va cada tanto, una vez al mes a la casa de su abuela materna para tener un vínculo con su hermano, porque como te digo, es por lo que sufre. Así que bueno, ahí sí la ve a su mamá. Siempre viene un poco decepcionada…pero bueno, al menos la ve.