Se trata de un gas altamente tóxico, que puede ser mortal.
Durante los meses de invierno aumenta el uso de sistemas de calefacción, como estufas, calentadores y chimeneas. Esto significa un incremento en el riesgo de intoxicaciones por monóxido de carbono. Un gas tóxico, inodoro e incoloro que, por ende, es imperceptible hasta que comienza a generar efectos en el cuerpo, los cuales pueden ser fatales.
El monóxido de carbono se produce a partir de la combustión incompleta de sustancias que contienen carbono, como el gas natural, y suele acumularse en espacios cerrados cuando los equipos de combustión no están adecuadamente ventilados o mantenidos.
Es crucial tomar precauciones durante el invierno para prevenir estas intoxicaciones que, según la doctora Stella Maris Cuevas, son responsables unas 200 muertes cada año. “No hay una sola población de riesgo, todos los accidentes de este tipo ocurren en hogares de cualquier estrato social”, aclaró la profesional.
Explicó que los síntomas pueden variar según factores como la edad y las enfermedades cardíacas o respiratorias que se encuentre transitando la persona. Generalmente, incluyen: dolor de cabeza, mareos, cansancio y sueño excesivo, alteraciones en la vista, náuseas y vómitos, convulsiones, confusión. Si la intoxicación avanza, puede ser fatal.
La instalación deficiente o el mal funcionamiento de los artefactos en las casas puede causar una emisión del monóxido de carbono tóxico al ambiente. El año pasado, según detallan desde la empresa, en la Ciudad de Buenos Aires y alrededores 15 personas fallecieron a raíz de intoxicaciones, mientras que otras 82 fueron hospitalizadas.
En lo que va del 2024, detectaron en su área de distribución que 28 personas fueron afectadas por este gas tóxico, 6 de las cuales perdieron la vida. Según un informe estadístico, la incidencia de casos y los fallecimientos aumentaron con respecto al mismo período del año pasado.
Vale recordar que, el 21 de junio, en el marco del Día de la Concientización y Prevención contra el Monóxido de Carbono, desde MetroGAS publicaron cuatro spots de concientización, en los cuales detallan la importancia de que profesionales verifiquen el estado de los artefactos, como hornos, calefactores, termotanques, calefones, y la correcta ventilación de los ambientes. Al respecto, Alejandro Di Lázzaro, director de Asuntos Corporativos y Comunicación de MetroGAS, afirmó: “La intoxicación por monóxido de carbono puede evitarse y desde la compañía no vamos a detenernos en esta lucha hasta que el número de accidentes fatales descienda a valores mínimos”.
Asimismo, recomiendan “revisar periódicamente la instalación con un gasista matriculado; no obstruir las rejillas de ventilación de los ambientes; y controlar que el color de la llama de los artefactos como la cocina, el calefón o la estufa sea siempre azul”.
Cómo prevenir la intoxicación por monóxido de carbono
Desde la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) explican el proceso mediante el cual ocurren las intoxicaciones: “Cuando hay demasiado CO en el aire, el cuerpo reemplaza el oxígeno en los glóbulos rojos con monóxido de carbono, lo que puede generar un daño grave en el tejido, o incluso la muerte”.
En ese sentido, destacan que las situaciones son más peligrosas cuando las personas se encuentran durmiendo o bajo el efecto de sustancias que impidan el reconocimiento de síntomas. “Las consecuencias pueden ser desde sufrir un daño cerebral irreversible hasta morir, antes de que alguien note que hay un problema”, agregan.
Intoxicación por monóxido de carbono: 10 claves para prevenir accidentes
- Personas de riesgo: los fetos, cuyos glóbulos rojos absorben monóxido de carbono más rápidamente, los niños, los adultos mayores y personas con enfermedades cardíacas o respiratorias.
- Llama: la llama producto de la combustión de gas debe ser de color azul. Si es de color rojo/naranja, significa que no está realizando la combustión adecuadamente.
- Primeros síntomas: el dolor de cabeza y la somnolencia repentina pueden ser las primeras señales de alerta.
- Sospecha de intoxicación: lo primero que se debe hacer es apagar los artefactos sospechosos y abrir puertas y ventanas para ventilar el ambiente, o salir al exterior. También se debe pedir ayuda médica para que profesionales diagnostiquen la intoxicación e identifiquen si provocó daños físicos.
- Tiempo de exposición: la cantidad de tiempo que la persona pasa respirando el gas va a determinar las consecuencias generadas en el organismo. Al momento de detectar una posible intoxicación, se debe evitar el contacto con el monóxido de carbono inmediatamente para minimizar las consecuencias.
- Automóviles y generadores: no se debe dejar el vehículo en marcha dentro de un garaje, ni encender un generador en interiores, ya que pueden liberar gases tóxicos.
- Parrillas: ya sean tanto a carbón como a propano, siempre deben utilizarse al aire libre.
- Calefacción: no calefaccionar habitaciones con las hornallas o el horno.
- Antes de acostarse: es esencial verificar que todos los artefactos se encuentren apagados antes de irse a dormir.
- Revisiones: gasistas matriculados deben realizar chequeos anuales para corroborar que las condiciones tanto de los artefactos como de la ventilación sean óptimas.
Fuente: Infobae