Las primarias dejaron muchos votos huérfanos, que deberán buscar representatividad por fuera de sus candidatos/as naturales.
Lo llamativo de esta definición, es que en el medio de una campaña, con la necesidad de sumar adeptos en todos los frentes, muchos dieron giros inesperados, contradiciendo su discurso de forma radical, durante la primera vuelta.
Solo catorce días nos separan de saber quién será el nuevo presidente de Argentina. Javier Milei y Sergio Massa, disputarán el sillón de la Casa Rosada, para eso ambos deberán seducir más allá de su núcleo duro.
Lo cierto es que no está nada fácil identificar como se moverá el electorado. Tomemos como referencia la localidad de Alta Gracia.
En septiembre, Marcos Torres se impuso por un 55% contra el PRO y el Radicalismo divididos, pero en las nacionales, el gran ganador fue Milei en esa ciudad. La incógnita es como se reubicarán aquellos vecinos que votaron a Torres y al Juan Schiaretti, sobre todo después de las declaraciones del intendente apoyando a Massa. ¿Logrará traccionar votos para el tigrense? ¿El electorado vota por ideología o por la persona? Es una de las grandes dudas que tiene el peronismo local, junto al de toda la provincia.
Por otro lado, el PRO local, sigue a su líder Patricia Bullrich, quien una semana era “una asesina, pone bombas en el jardín de infantes”, con denuncia de por medio a líder libertario, pero de repente abrazó su causa que incluye venta de órganos, váucher escolares, dolarización y libre venta de armas, entre otras más, puntos que la ex candidata a presidente, criticó duramente durante el debate.
Quizás el pragmatismo le ayuda para escapar de sus contradicciones y lleven adelante el presagio de cualquier madre cuando su hijo sigue las andanzas de un compañero casi por osmosis, “si Pato se tira de cabeza al río, el PRO también, por más que no sepan nadar”.
Pero la elección más difícil, sin dudas, la tendrá la UCR, espacio que debe elegir entre el voto en blanco, votar a Massa o poner el voto a un candidato que no dejó momento sin recordar cuanto odia al partido de Yrigoyen. Este último hasta señalado como “el que inicio el populismo en Argentina”.
Como si fuera poco, si hay algo que la clase política logró acordar hace años, es sobre la figura e importancia de Raúl Alfonsín, para nuestra joven democracia, realzado como estadista y que supo leer su rol histórico en la vida nacional. Pero para el León no es más que “el mayor fracasado, hiperinflacionario, sin duda él pero presidente de la historia nacional”.
El próximo 19 de noviembre, cuando muchos electores ingresen al cuarto oscuro, se sumergirán en un laberinto, donde se cruza lo personal, la tradición partidaria y la representatividad ideológica, sobre un terreno que en los últimos días ha tenido, marchas y contramarchas, giros inesperados y cruce de señales de stop. Pobres electores, que nunca sabrán donde terminarán sus votos… ¡Hasta la gran Mafalda lo plasmó en una vigneta que no puede ser más actual!